El Índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos se ha mantenido en septiembre en el 3,7% en tasa interanual, según los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales estadounidense. El dato se ha situado ligeramente por encima del 3,6% estimado por el consenso. Por su parte, la tasa subyacente, que excluye alimentos y energía, ha bajado hasta el 4,1%, desde el 4,3% del mes anterior, y en línea con lo previsto.
A nivel mensual, el índice general ha avanzado un 0,4% en septiembre, una décima por encima de las previones, pero inferior al incremento del 0,6% del mes anterior. En el caso de la variable subyacente ha permanecido en el 0,3%.
El índice de vivienda ha sido el que más ha contribuido al aumento mensual de todos los artículos, representando más de la mitad del crecimiento.
"Si bien los principales índices de componentes energéticos se mostraron mixtos en septiembre, el índice del sector energético subió un 1,5% durante el mes. El índice de alimentos aumentó un 0,2%, al igual que lo hizo en los dos meses anteriores. El índice de alimentación en el hogar aumentó un 0,1%, mientras que el índice de alimentos fuera de casa aumentó un 0,4%", ha explicado el organismo.
No obstante, el índice energético ha disminuido un 0,5% durante los 12 meses que terminaron en septiembre, y el índice de alimentos se ha incrementado un 3,7% en el último año.
Otros de los índices que han experimentado un crecimiento en septiembre son el alquiler, el alojamiento fuera de seguros de hogar, vehículos de motor, recreación, cuidado personal y vehículos nuevos. Los índices de coches usados, los camiones y las prendas de vestir, en cambio, han sido de los que han caído durante el mes.
En lo que respecta al índice de cereales y productos de panadería, ha bajado un 0,4% en septiembre, la primera caída desde junio de 2021. El índice de frutas y verduras se mantuvo sin cambios durante el mes, al igual que el índice de bebidas no alcohólicas.
Para Richard Garland, estratega jefe de inversiones de Omnis Investments, "la inflación continúa su trayectoria descendente a pesar del interesante informe de nóminas de la semana pasada y el reciente aumento de los precios del petróleo. Es probable que esta tendencia a la baja continúe, ya que muchos de los factores que impulsaron la inflación en primer lugar están disminuyendo"
El sector de servicios ha sido uno de los principales culpables del crecimiento económico sorprendentemente fuerte a principios de este año, "pero ahora se está desacelerando y otros datos del mercado laboral sugieren que la contratación y la inflación salarial se están suavizando como se esperaba. Ahora es difícil contemplar una subida de tipos en noviembre", añade el experto.
Stephen Innes, de SPI Asset Management, cree que el informe de inflación ha sido más sólido de lo esperado, "lo que podría equilibrar el tono más cauteloso de los funcionarios de la Reserva Federal esta semana. Sin embargo, las autoridades parecen más preocupadas por cuánto tiempo mantendrán el perfil actual de los tipos de interés que por cuán altas deberían ser las tasas".
Los expertos de Oxford Economics, por su parte, hacen una lectura más optimista y destacan que, "detrás del feo titular, la tendencia desinflacionaria gradual evidente en los últimos meses todavía parece mantenerse".
Por ello, creen que "este informe no cambiará el mensaje de los funcionarios de la Fed de los últimos días de que pueden darse el lujo de ser pacientes".
En Pantheon Macroeconomics ponen el foco en la inflación subyacente, que "continúa desacelerándose, con la tasa interanual cayendo al 4,1% en septiembre desde el 4,4% en agosto. Es probable que en el cuarto trimestre se produzca un aumento mayor sobre esta base, gracias al cambio en el componente de seguro médico y a caídas más lentas en los precios de los automóviles usados, pero existen fuerzas para que la inflación subyacente caiga sustancialmente en el primer semestre del próximo año".