El Índice de Precios al Consumo (IPC) de EEUU subió en tasa interanual hasta el 2,1% en noviembre, con lo que se mantiene moderada y en línea con las expectativas. El dato, publicado este miércoles, refuerza las expectativas generalizadas de que los responsables de las políticas de la Reserva Federal (Fed) mantendrán sin cambios los tipos de interés.
En términos mensuales, la inflación excluyendo el precio de los alimentos y la energía, aumentó hasta el 0,2% en noviembre, según los datos del Departamento de Trabajo. De este modo, la inflación subyacente, aquella que excluye de su cálculo de los alimentos y la energía dada su mayor volatilidad, se situó en el 2,3%, la misma cifra que en el mes anterior.
El ritmo contenido de la inflación respalda las previsiones de que la Fed mantendrá los tipos estables en un día en el que los responsables políticos se reúnen esta tarde. El banco central de EEUU ha reducido los costes de los préstamos tres veces este año, señalando que permanecerán en espera en un futuro próximo o hasta que las perspectivas económicas muestren un cambio material.
La energía y la vivienda fueron los factores principales que impulsaron la inflación de noviembre. Los precios de la energía aumentaron un 0,8% respecto al mes anterior debido a los mayores costes de la gasolina y el combustible. Mientras, el precio de los alojamientos se aceleraron hasta el 0,3% el mes pasado después de un aumento del 0,1% en octubre.
Los precios de los alimentos subieron un 0,1%, mientras que el coste de los vehículos nuevos disminuyó por quinto mes consecutivo. Los precios de las prendas de vestir, que tienden a ser volátiles mensualmente, subieron un 0,1% en noviembre después de caer en los dos meses anteriores.