El Índice de Precios al Consumo (IPC) de Canadá se ha moderado en abril hasta el 2,7% desde el 2,9% del mes anterior, según los datos publicados por Statistics Canada. El dato se ha situado en línea con las estimaciones del mercado, pero ¿cómo lo valorará el BoC?
"Esto le da al Banco de Canadá alguna evidencia adicional de progreso sostenido, pero no creemos que sea una señal decisiva. Junio se perfila como una decisión reñida, pero seguimos buscando el primer corte en julio", explican en TD Securities.
La desaceleración del IPC general ha estado liderada por los precios de los alimentos, los servicios y los bienes duraderos. No obstante, se ha visto contenida por la gasolina, que ha subido a un ritmo más rápido en abril (+6,1%) que en marzo (+4,5%).
Excluyendo la gasolina, la inflación de todos los artículos se ha relajado hasta el 2,5%, frente a un aumento del 2,8% en marzo.
En términos mensuales, el IPC se ha incrementado un 0,5% en el cuarto mes del año, impulsado principalmente por los precios de la gasolina. Sobre una base mensual desestacionalizada, el IPC se ha elevado un 0,2% en abril.
Si bien los precios de los alimentos comprados en las tiendas han seguido aumentando, el índice ha crecido a un ritmo interanual más lento en abril (+1,4%) en comparación con marzo (+1,9%). La carne ha sido la que más ha contribuido a la ralentización del crecimiento de los precios, en gran medida debido a un efecto interanual de los precios de la carne de vacuno fresca o congelada (+4,4%) como consecuencia de un aumento mensual en abril de 2023 que ha quedado fuera del movimiento de 12 meses.
"El IPC de Canadá estuvo en línea con las expectativas, aunque con algunos detalles moderados sobre las medidas principales. Si bien este informe no proporciona la gran luz verde que los mercados estaban buscando, la reunión de junio sigue en juego con otro informe del PIB antes de esa fecha y las probabilidades del mercado de un recorte del 55% en este momento", añaden en TD Securities.
Desde Oxford Economics, por su parte, destacan que la "lectura de inflación de abril fue otro paso en la dirección correcta para convencer al BoC de que la inflación se está desacelerando de manera sostenible".
"Dado que el impulso económico se está debilitando a medida que el impacto de las anteriores subidas de tipos de interés se materializa plenamente, creemos que hay pruebas suficientes para el primer recorte de tipos en la reunión del Banco del 5 de junio y una reducción gradual de la tasa de política hasta el 4,25% para diciembre de 2024", aseveran.
Aún así, creen que "si la economía evita la desaceleración moderada que predecimos y se desempeña incluso mejor que el último pronóstico del BoC debido a un estímulo fiscal más fuerte, esto probablemente resultará en una mayor inflación y podría llevar al BoC a retrasar la flexibilización, mantener la tasa de política más alta por más tiempo o posiblemente reanudar la caminata a finales de este año", concluyen en la firma británica.