La tasa de inflación anual de la zona euro se situó en el 4,9% en noviembre, frente al 4,1% de octubre, mientras que en la Unión Europea (UE) llegó hasta el 5,2%, frente al 4,4% del mes anterior, según las cifras publicadas por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria.
Un año antes, en noviembre de 2020, la tasa fue del -0,3% en la eurozona y del 0,2% en la UE.
La mayor contribución a la tasa de inflación anual de la eurozona provino de la energía (2,57 puntos porcentuales más), seguida de los servicios (1,16 puntos), los bienes industriales no energéticos (0,64) y la alimentación, el alcohol y el tabaco. (0,49).
Por países, en comparación con octubre, la inflación anual se mantuvo estable en un Estado miembro y aumentó en 26. Las tasas anuales más bajas se registraron en Malta (2,4%), Portugal (2,6%) y Francia (3,4%). Las tasas anuales más altas se registraron en Lituania (9,3%), Estonia (8,6%) y Hungría (7,5%).
Excluyendo del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro subió al 2,5% en noviembre. Si se dejan fuera el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente avanzó al 2,6%.
"El aumento de la inflación energética sigue siendo el factor clave de la aceleración de la inflación en la eurozona. Y a juzgar por la tendencia reciente de los precios del gas, seguirá aumentando en el corto plazo, incluso teniendo en cuenta la reciente caída de los precios del petróleo", señalan los analistas de Pantheon Macroeconomics.
Añaden que "los riesgos se inclinan al alza para el próximo año, pero todavía creemos que los servicios y, como resultado, la inflación subyacente en su conjunto, caerán en el primer trimestre. Después, estimamos una recuperación significativa en el segundo y tercer trimestre, lo que perturbará al Banco Central Europeo (BCE) y a los mercados de bonos. En resumen, estamos de acuerdo con el banco central cuando pronostica que la inflación subyacente promediará el 2% en 2022".
