La tasa de inflación interanual en Alemania se situó en febrero en el 1,3%, mientras que respecto a enero subió un 0,7%, según ha informado este viernes la Oficina Federal de Estadística (Destatis), que confirma así los datos provisionales difundidos a principios de mes.
El Índice de Precios al Consumo (IPC) se coloca así por segundo mes consecutivo en positivo tras la suspensión de la rebaja temporal del IVA aplicada durante el segundo semestre del año pasado para impulsar el consumo y contrarrestar el impacto de la pandemia del coronavirus y alcanza casi el nivel previo a la crisis.
Los bienes en general se encarecieron un 1% entre febrero de 2020 y de 2021. Los productos energéticos resultaron un 0,3% interanual más caros, tras una caída del 2,3% en enero.
En febrero se encarecieron sobre todo los carburantes (un 2,4%), el gas natural (un 2,1%) y el gasóleo ligero para calefacción (un 1,1%), entre otras razones por la tarificación del carbono desde comienzos de año, así como por el aumento de los precios en el mercado del crudo.
Los precios de los alimentos subieron un 1,4%, en menor medida respecto al aumento del 2,2% en enero. Se encarecieron sobre todo los dulces y los productos lácteos (un 2,7%).
Sin tener en cuenta el impacto de la energía, la tasa de inflación se habría situado en febrero en el 1,4% al igual que sin tener en cuenta la energía y los alimentos. En tanto, el tabaco se encareció notablemente (un 3,9%), mientras que los teléfonos móviles se abarataron considerablemente (un 9,2%).
Los servicios se encarecieron un 1,4%, entre los cuales el arrendamiento de viviendas subió un 1,3%. Destaca el aumento de precios de servicios en instituciones sociales (un 6,5%), así como los financieros (un 6,2%). Los servicios de telecomunicaciones, por contra, resultaron un 1% más baratos.
El IPC armonizado para Alemania, el que se calcula con criterios comunitarios, se elevó en febrero un 1,6% en términos interanuales y un 0,6% respecto al mes anterior.
