La inflación de Alemania se dispara en septiembre y alcanza el doble dígito al situarse en el 10%, según el dato preliminar publicado por la Oficina Federal de Estadística (Destatis). El índice de Precios de Consumo (IPC) se eleva así un 1,9% en comparación con agosto, cuando se colocó en el 7,9%.
Los precios de la energía han aumentado notablemente y representan un impacto significativo en la alta tasa de inflación. En septiembre, subieron un 43,9% frente al mismo mes del año anterior. Por su parte, el precio de los alimentos también aumentó, un 18,7%.
"Los datos apuntan a un riesgo alcista para la inflación de la eurozona", que se conocerá este viernes, "a pesar de los datos que revelan una caída en la inflación general y subyacente de España", señalan los analistas de Pantheon Macroeconomics, que ven "un riesgo claro de que el titular de zona euro alcance el 10% en septiembre". "Eso debería ser más que suficiente para otro aumento de 75 puntos básicos de los tipos de interés el próximo mes", añaden.
En cuanto a Alemania, destacan el paquete de 200.000 millones de euros (alrededor del 5% del PIB) que el gobierno federal está considerando para proteger a los consumidores de los precios más altos de la energía. Una medida que "obviamente podría tener un impacto significativo en la tendencia de la inflación de la energía y en nuestras previsiones".
Creen que "la clave será frenar el aumento implacable del IPC del gas y asegurarse de que el IPC de la electricidad, que actualmente es relativamente moderado, no se ajuste en línea con el aumento reciente en los precios del gas, especialmente a principios de 2023".
El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) creció hasta el 10,9% desde el 8,8% de agosto. Destatis publicará la información detallada con los resultados finales el próximo 13 de octubre.