La actividad de las fábricas de la Zona Euro agravó su deterioro durante el pasado mes de mayo, cuando el índice de gerentes de compras (PMI) del sector manufacturero se situó en 47,7 puntos, frente a los 47,9 del mes anterior, lo que se tradujo en la primera caída neta del empleo tras 56 meses consecutivos de expansión. El consenso esperaba que el dato se mantuviera estable en 47,7.
"Las guerras comerciales, la caída de la demanda en el sector automotriz, el 'Brexit' y la incertidumbre geopolítica generalizada siguieron siendo mencionados frecuentemente como riesgos para la perspectiva y todos tienen el potencial de descarrilar cualquier estabilización del sector manufacturero", indicó Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit.
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La incertidumbre política paraliza las fábricas españolas en mayo, según el PMILos nuevos pedidos cayeron por octavo mes consecutivo. Las empresas encuestadas informaron de la disminución de la demanda tanto nacional como internacional.
De este modo, el aumento continuado del exceso de capacidad productiva tuvo un impacto negativo en el empleo y después de 56 meses de expansión continua, se registró la primera caída neta de la dotación de personal.
Entre los países analizados, Alemania registró el mayor deterioro de la actividad manufacturera en mayo, con 44,3 puntos, su peor lectura en dos meses, mientras que en Austria se situó en 47,8 puntos, mínimo de 50 meses, y en Italia, a pesar de alcanzar su máximo de 8 meses, el dato se situó en 49,5 puntos, aún por debajo del umbral que separa la contracción de la expansión de la actividad.
En este sentido, Grecia, con 54,5 puntos, registró el nivel más alto de actividad, por delante de Países Bajos, con 52,2 puntos, y de Francia, con 50,6 puntos. En el caso de España, el índice se situó en 50,1 puntos desde los 51,8 del mes anterior, su peor lectura en tres meses.
"Las empresas se están apretando el cinturón, reduciendo el gasto y recortando personal", advirtió Williamson, señalando que la cuarta caída mensual consecutiva de la producción y el nuevo declive de los nuevos pedidos constata que "el sector continúa en su fase más difícil desde 2013".