La actividad empresarial de la eurozona creció al ritmo más rápido en 21 años en julio, ya que la economía siguió reabriéndose tras las restricciones ocasionadas por el Covid-19. El mayor crecimiento de la actividad del sector servicios en 15 años contrasta, sin embargo, con la desaceleración de la producción manufacturera, vinculada en muchos casos al empeoramiento de las líneas de suministro.
Mientras tanto, los precios de los bienes y servicios aumentaron a un ritmo nunca visto antes de junio, ya que la demanda superó de nuevo a la oferta. Los retrasos en el trabajo aumentaron a un ritmo récord en la encuesta conjunta, en medio de las limitaciones de capacidad. La confianza de las empresas se vio afectada por la creciente preocupación por la variante Delta, empujando la confianza para el año que viene a un mínimo de cinco meses.
El índice PMI compuesto de la eurozona de IHS Markit pasó de un máximo de 15 años de 59,5 en junio a 60,6 en julio, su máximo desde julio de 2000, según la lectura preliminar 'flash'. La lectura de julio indica un cuarto mes consecutivo de aceleración de la actividad empresarial.
El PMI servicios subió hasta 60,4 desde 58,3 de junio, máximos de 181 meses, mientras que el PMI manufacturero quedó en 62,2 desde 63,4, el nivel más bajo en cuatro meses. En todos los casos, las referencias han estado por encima de lo previsto.
En Francia y Alemania, los PMI compuestos han quedado en 56,8 y 62,5, por debajo y por encima de lo previsto, respectivamente. En Alemania, el PMI manufacturo sube hasta 65,6 desde 65,1 previo, y el servicios hasta 62,2 desde 57,5. En Francia, el manufacturero queda en 58,1 desde 59 y el servicios en 57 desde 57,8.