La presión fiscal en España, el conjunto de los impuestos y contribuciones sociales en relación con el PIB, se situó en 2019 en el 35,4%, en línea con el dato del año precedente, pero situándose por debajo de la media del 41,1% de la UE y del 41,6% de los países de la zona euro, según los datos publicados por Eurostat.
Sólo Irlanda (22,7%), Lituania (30,4%), Letonia (31,4%), Malta (32,1%), Estonia (33,3%), y Eslovaquia (34,6%) contaban el pasado año con una presión fiscal inferior a la española, teniendo en cuenta solo los países de la eurozona. Fuera de la moneda única, también tenían una presión fiscal menor Rumanía (26,8%) y Bulgaria (30,3%), mientras que en el fue del Reino Unido (35,3%).
Así, España se situaba lejos de las medias tanto de la zona euro (41,6%) como del conjunto de la UE (40,1%), así como de las grandes economías del euro, que superaban el 40%: Francia situó su presión fiscal en 2019 en el 47,4%, Italia en el 42,6% y Alemania en el 41,9%.
Francia fue el país de la UE con mayor presión fiscal, seguido de Dinamarca (46,9%) y Bélgica (45,9%), por delante de Suecia (43,6%), Austria (43,1%), Italia (42,6%) y Finlandia (42,3%).
Comparado con 2018, la presión fiscal se incrementó en una docena de países, con el mayor incremento anual en Chipre (desde el 33,5% en 2018 al 35,6% en 2019), seguido de Dinamarca (desde el 45,1% al 46,9%).
Por el contrario, se observaron recortes en trece países de la UE, siendo las mayores bajadas las registradas en Bélgica (desde el 47,1% al 45,9%), Grecia (desde 42,7% al 41,9%), Suecia (desde 44,4% a 43,6%) y Francia (desde 48,2% a 47,7%).
ESTRUCTURA DE INGRESOS EN ESPAÑA
En cuanto a la estructura de ingresos fiscales en España, el mayor peso en el año 2019 correspondió a las contribuciones sociales, con el 12,9%, por debajo de la media del 15,1% de la zona euro y del 14,2% de la UE 27.
Los impuestos a la producción y las importaciones representaron en el caso de España el 11,7% del PIB, también inferior a las medias de la zona euro y la UE, del 13,3% y del 13,7%, respectivamente.
Dentro de este apartado, los ingresos por IVA en España fueron el pasado año del 6,5%, frente al 6,9% de la media de los países de la moneda única y el 7,2% del promedio del bloque en conjunto.
Por su parte, los ingresos por impuestos sobre la renta y el patrimonio en España alcanzaron el 10,4% del PIB, por debajo de la media del 13% tanto en la zona euro como entre los Veintisiete.