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El pasado miércoles 26 de diciembre tuvo lugar un suceso que muchos analistas ya daban por imposible. Antes de producirse, Wall Street había visto evaporarse las ganancias cosechadas durante los primeros nueves meses del año. En los últimos tres, el S&P 500 se había atado una piedra al cuello y hundido casi un 20%. Pero como en un cuento navideño, se obró el prodigio y llegó el ansiado rebote. El índice estadounidense sorprendió a los analistas, que ya habían esfumado todas sus esperanzas de un rally de Navidad, subiendo un 5%.
Sin embargo, el repunte histórico -en el que mucho tuvo que ver el fondo de reserva de la Seguridad Social de EEUU, que habría dado la mayor orden de compra de acciones de la historia y empujó al mercado- no ha terminado por convencer a los expertos. A pesar de esta subida, lo cierto es que la incertidumbre inunda los inversores e índices como el Nasdaq ya han entrado en mercado bajista.
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¿Por qué Wall Street rebotó el miércoles? Una gran orden de compra tuvo la culpaPor lo tanto, la cautela es el mantra que se repiten los expertos, mientras se mantienen las previsiones de turbulencias para el año 2019. A pesar de todo, si nos remitimos a los números, comprobamos que las grandes subidas en los índices suelen suceder a ciclos bajistas.
El director de inversiones de AJ Bell, Russ Mould, indica que la subida del 5% del S&P 500 del pasado miércoles es la decimoctava mayor subida en un día del índice desde el 1 de enero de 1970 según una clasificación de los 20 mayores rebotes en una misma jornada desde esta fecha y que, por lo tanto, incluye casi 12.800 días de mercado.
GRANDES REBOTES TRAS MERCADO BAJISTA
De las 20 mayores escaladas del índice, ocho de ellas "vinieron durante el mercado bajista de 2007-2009 y tres más durante la desaceleración del mercado de 2000-2003", según Mould. Por este motivo, advierte de que el remonte del último 'Boxing Day' puede ser "una 'maliciosa trampa para toros' puesta para traer más problemas a los inversores".
Asimismo, tres de los otros 17 días que vieron un avance de 5% o más se produjeron inmediatamente después de la caída de octubre de 1987, "cuando la compra resultó ser un buen plan", sostiene Mould.
Por este motivo, el analista sugiere que los inversores busques "otras señales definitivas" antes de decidir si realmente es un buen momento para comprar o no. De hecho, los analistas de MarketWatch apuntan cuando un índice experimenta una gran subida en tan solo una jornada, como hemos visto que ha sucedido esta última semana con el S&P, normalmente es síntoma de una recesión.
De este modo, para asegurarse de que estamos ante el fin de las caídas y no de un simple rebote o fase de reacción después de que el S&P 500 se dejase un 20% desde los máximos anuales, el analista de Bolsamanía José María Rodríguez señala que se debe de exigir a los precios "que respeten en todo momento los mínimos de este miércoles".