- Wall Street prefiere a los republicanos desde las leyes que impulsó Obama con la crisis, opina
Para entender lo que está pasando el este ciclo electoral en Estados Unidos, que desembocará en la elección de un nuevo presidente en 2016, hay que que conocer el cambio dramático en las preferencias políticas de Wall Street, asegura Paul Krugman.
A ello se dedica el Premio Nobel de Economía de 2008 en un artículo en The New York Times. “Hubo un momento en que Wall Street fue bastante favorable a los demócratas”, recuerda Krugman. Probablemente por “razones culturales, ya que el centro de Nueva York tiende a ser bastante liberal en temas sociales”, opina el experto.
La economía ha tendido a hacerlo mejor bajo los demócratas. Y durante mucho tiempo, para ser franco, los demócratas estaban dispuestos a ir junto con la desregulación financiera
Asimismo, “la economía ha tendido a hacerlo mejor bajo los demócratas. Y durante mucho tiempo, para ser franco, los demócratas estaban dispuestos a ir junto con Wall Street con la desregulación financiera”, señala Krugman.
El economista explica cómo la evolución de las contribuciones de los hedge fund a las campañas políticas cambió en 2010. Entre 2000 y 2007 dividieron sus aportaciones en un 70% para los demócratas y el resto para los republicanos, algo que fue cambiando con la crisis financiera hasta el punto de inflexión desde 2010. Desde entonces, la proporción es la opuesta, y en 2015 el total de aportaciones se divide entre un 80% para republicanos y un 20% para demócratas.
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CAMBIO DRÁSTICO
El cambio se produjo con la reforma financiera que impulsó Barack Obama, recuerda el economista norteamericano: “Algunas personas en el mundo de las finanzas se habían portado mal, y el resultado fue la 'rabia de Obama'”.
A Wall Street no le gusta que haya nuevas normativas como la Ley de Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor Dodd-Frank, que trata de eliminar los problemas derivados de que haya entidades demasiado grandes para caer sin necesidad de tener que acometer grandes rescates, explica Krugman.
“Más allá de ello, la riqueza conlleva una gran mezquindad: los magnates financieros están acostumbrados a constantes deferencias, y ellos se vuelven locos con la mínima crítica a la que se enfrenten”, opina el Premio Nobel.
Además, escribe Krugman, “si un republicano gana, hará mucho en favor de los bolsillos de Wall Street. Si un demócrata gana, no tanto”.
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