El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, cree que los reguladores de la zona euro deberían considerar obligar a los bancos a construir mayores reservas de capital como protección contra una recesión aún mayor que podría conducir a una crisis crediticia.
Tras haber acumulado capital durante la última década, los bancos más grandes del bloque están ahora bien posicionados para resistir una recesión, pero la mayoría aún carece de un amortiguador de capital adicional que podría liberarse durante los períodos de estrés. "Incluso si consideramos que el nivel de capital es apropiado, parece haber posibilidades de tener una mayor participación de capital en forma de amortiguadores liberables", ha dicho Guindos en una conferencia de supervisión bancaria este miércoles.
Solo siete de los 19 países de la zona del euro han activado un amortiguador anticíclico
El problema es que, en una recesión, los bancos mantienen sus ratios de capital mediante el desapalancamiento y la disposición de activos, restringiendo el crédito a la economía real y agravando cualquier contracción. Sin embargo, dejar caer las razones de capital no es una opción, ya que esto restringiría la capacidad de los prestamistas de pagar dividendos, una medida mal vista por los accionistas.
Solo siete de los 19 países de la zona del euro han activado un amortiguador anticíclico y hasta ahora solo se ha creado una cantidad de capital "muy limitada", un riesgo potencial para la economía.
De Guindos también advirtió que el panorama económico global se estaba deteriorando y que la incertidumbre estaba en aumento, creando un ambiente difícil para un sector bancario que ya está luchando con una rentabilidad débil, altos costos y competencia excesiva. "Este entorno podría ejercer presión sobre la rentabilidad de los bancos y obstaculizar su capacidad de intermediación a medida que los márgenes se reducen y el flujo de nuevos negocios se desacelera", agregó.