El ministro de Finanzas griego, Euclid Tsakalotos, señaló el pasado lunes que su país ha cumplido todos sus compromisos de reforma, y ahora corresponde a los acreedores internacionales cumplir las promesas de aligerar la carga de deuda y ayudar a la nación a emerger de su crisis financiera.
El Ejecutivo griego espera que haya un acuerdo durante la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro, a realizarse el 15 de junio en Luxemburgo. Como apunta AFP, el principal problema ha sido un desacuerdo entre los miembros de la zona del euro y el FMI, el cual no está involucrado financieramente en el actual programa de rescate de Grecia, respecto a la deuda de esta nación.
Tsakalotos declaró ante los periodistas que "tiene muy poco sentido acceder a un programa (de rescate) si el objetivo es no salir del programa. Y salir del programa debería ser la responsabilidad no sólo de país deudor, sino también del país acreedor", señaló en declaraciones que recoge AFP. "Nosotros hemos hecho nuestra parte del trato, corresponde a nuestros acreedores y al FMI hacer la suya".
Por su parte, Alemania y Holanda han señalado que se negarán a prestar más dinero a Grecia sin la participación del FMI, mientras que el FMI dice que la deuda de Grecia debe ser sostenible para que participe. El Ejecutivo que lidera Alexis Tsipras Atenas dice que resolver el asunto de la deuda es crucial para su capacidad de atraer inversionistas y emerger de la crisis financiera con la que ha estado batallando desde finales de 2009.
El sur de Europa vuelve a escena de la mano de ambos países. El ex primer ministro italiano, Matteo Renzi, dijo durante el fin de semana que parecía apropiado que su país celebrara sus próximas elecciones al mismo tiempo que Alemania, es decir, el próximo mes de septiembre. En España, la vuelta a escena de Pedro Sánchez ha creado un ambiente de incertidumbre sobre el giro hacia la izquierda que puede dar el segundo partido más votado del Parlamento español.
