El país heleno sigue contra las cuerdas, pero esto no es suficiente para ciertos sacrificios, avisa el Gobierno. Grecia no cederá a las exigencias de Bruselas en flexibilidad laboral y en pensiones, algo que exigen los acreedores para desbloquear la asistencia financiera.
Grecia ha vuelto a mostrarse intransigente con puntos clave de las negociaciones este jueves, con la negativa a ejecutar medidas de flexibilidad del mercado laboral y reducir el gasto en pensiones, informa Reuters. “No debe haber expectativas por parte de las instituciones internacionales de que el Gobierno dará marcha atrás en todo. Cuando usted negocia, debe haber concesiones mutuas”, aseguró Gabriel Sakellaridis, portavoz del Ejecutivo encabezado por Alexis Tsipras, en una conferencia de prensa.
No vamos a sobrepasar los límites de nuestras líneas rojas. Está claro que no podemos recortar las pensiones
“No vamos a sobrepasar los límites de nuestras líneas rojas. Está claro que no podemos recortar las pensiones”, aseveró. Syriza no está por la labor de grandes ajustes, como había prometido antes de las elecciones. De hecho, el Parlamento heleno aprobó un decreto esta semana para readmitir a 13.000 funcionarios.
CALENDARIO DE PAGOS
Atenas se está quedando sin liquidez y sin tiempo para cumplir con su calendario de pagos, y no hay avances en las negociaciones con los acreedores. Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, ya aseguró que no habrá acuerdo el lunes, en la próxima reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro.
Aun así, Sakellaridis espera que el Eurogrupo alabe los progresos en las negociaciones, para que el Banco Central Europeo (BCE) sea más flexible con los bancos griegos. Esto aliviaría los problemas de liquidez del sistema financiero heleno y facilitaría al Gobierno desembolsar el próximo pago de 750 millones de dólares al FMI el 12 de mayo, informa Reuters, y pagar los salarios de los funcionarios y las pensiones de los jubilados helenos.
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