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EUROPA PRESS/EDUARDO BRIONES - Archivo

El consumo privado sufrirá un golpe este año. Así lo recogen las últimas proyecciones macroeconómicas del Banco de España, que pegan un tajo al gasto de los hogares estimado para 2023. Si en las anteriores previsiones el organismo calculaba que el consumo crecería un 1,2%, ahora ha rebajado esta expectativa a apenas un 0,2%.

"En los próximos trimestres, el ritmo de expansión del gasto de las familias seguiría viéndose limitado por unas condiciones financieras más restrictivas y por unos precios todavía elevados", señala el Banco de España, que añade que "el aumento de los tipos de interés y del coste de la deuda podría incentivar a los hogares a destinar una mayor parte de su renta y del ahorro acumulado durante la pandemia a la amortización de préstamos".

De momento, en lo que llevamos de año, y tras los retrocesos registrados en los trimestres precedentes, parece que el consumo privado se habría recuperado levemente a lo largo del segundo trimestre.

En concreto, entre enero y marzo, la pérdida de poder adquisitivo que las familias han acumulado durante el episodio inflacionista actual y por los efectos adversos sobre su capacidad de gasto derivados del endurecimiento de las condiciones de financiación bancaria lastó el consumo privado, que se contrajo en este periodo.

Sin embargo, entre abril y junio, el Banco de España considera que hay diversos factores que apuntan a un mayor dinamismo del consumo de las familias respecto a los tres meses anteriores. Entre ellos, señala la fortaleza que ha venido mostrando el empleo, la mejora gradual que han registrado los indicadores de confianza y las perspectivas de una relajación progresiva de las presiones inflacionistas. Eso sí, el organismo matiza que el consumo privado en este periodo "mantendría una cierta atonía".

De hecho, esta atonía, unida al retroceso que el consumo privado ha mostrado en los últimos trimestres, la contribución de este componente de la demanda al crecimiento anual del Producto Interior Bruto (PIB) será reducida.

De cara a los próximos dos años, la situación prevista en las proyecciones del Banco de España es diferente. De cara a 2024, vaticinan que el gasto de los hogares se disparará un 3,3%, un punto por encima de lo estimado en las anteriores previsiones de marzo, cuando apostaban por un crecimiento del 2,3%. Ya para 2025, creen que el consumo privado registrará un avance del 2%, por debajo del 2,2% que estimaban hace tres meses.

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