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Sharecast / Bernd Dittrich via Unsplash

Goldman Sachs se ha convertido en el último banco de Wall Street en rebajar su previsión de crecimiento para China. El hecho de que se esté desvaneciendo el rebote posterior a la reapertura del país tras el Covid-19 ha sido clave. Tanto que Goldman ha recortado su pronóstico para el Producto Interior Bruto (PIB) desde el 6% hasta el 5,4% en 2023.

La segunda economía del mundo se tambalea y cada vez pierde más impulso tras la reapertura. El banco de inversión estadounidense ha señalado nuevas turbulencias en el futuro de la economía, destacando que la recuperación tras las estrictas medidas de restricción de Covid-19 sigue siendo decepcionante debido a los débiles datos económicos y a la creciente presión sobre el sector inmobiliario. "La recuperación china tras la apertura parece haberse desvanecido", dice.

Goldman prevé nuevos estímulos, pero cree que las medidas que pueda poner China en marcha no bastarán para superar los mayores problemas a los que se enfrenta: el debilitamiento del sentimiento.

"Con los continuos desafíos del mercado inmobiliario, el pesimismo generalizado entre los consumidores y los empresarios privados, y solo una moderada relajación de las políticas para compensar parcialmente los fuertes vientos en contra del crecimiento, revisamos a la baja nuestra previsión del PIB real para 2023", dicen los expertos del banco, dirigidos por el economista jefe de China, Hui Shan, en una nota de investigación publicada este domingo, a la que ha tenido acceso 'Bolsamanía'. También recortan su previsión de crecimiento del PIB para 2024 del 4,6% al 4,5%.

Cabe destacar que con esta revisión de sus proyecciones de crecimiento sobre China Goldman Sachs se suma a UBS, Bank of America (BofA) y JP Morgan, que ya habían recortado sus estimaciones del PIB del gigante asiático. Según los analistas de Goldman, la nación se enfrenta a una serie de problemas macroeconómicos que no se pueden obviar y que afectarán, irremediablemente, a la economía.

"Con el impulso de la reapertura desvaneciéndose rápidamente, los retos a medio plazo, como la demografía, la recesión inmobiliaria plurianual, los problemas de deuda implícita de los gobiernos locales y las tensiones geopolíticas, pueden empezar a cobrar más importancia en las perspectivas de crecimiento de China", han señalado al respecto.

Además, estiman que el yuan chino seguirá debilitándose frente al dólar estadounidense por los diferenciales de tipos, ya que se espera que el Banco Popular de China suavice aún más su política monetaria, mientras que la Reserva Federal insinúa nuevas subidas de tipos.

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