- La inflación caerá un 0,6% este año
- La entidad espera que el PIB mundial aumente un 3,2% este año
Goldman Sachs estima que el producto interior bruto (PIB) de España aumentará un 3,1% este año, dos décimas por debajo de la previsión del Gobierno. En 2016, el incremento será del 2,5%, cinco décimas por debajo de la previsión oficial.
El banco estadounidense ha publicado este jueves un informe sobre las previsiones de crecimiento mundial y el comportamiento de las materias primas, del que se ha hecho eco la agencia Efe. Según este documento, la inflación en España se reducirá un 0,06% en 2015 para volver a tasas positivas en 2016, cuando se incrementará un 0,5%.
La inflación en España se reducirá un 0,06% en 2015 para volver a tasas positivas en 2016
ACELERACIÓN DE EUROPA Y JAPÓN
Respecto al crecimiento global, Goldman Sachs espera que el PIB mundial aumente un 3,2% este año y un 3,5% en 2016. La entidad destaca la modesta aceleración que experimentarán Europa y Japón, frente a la desaceleración que sufrirán Estados Unidos y China.
En concreto, el PIB de la eurozona aumentará del 1,5% previsto para 2015 al 1,7% en 2016, mientras que el de Japón subirá del 0,6% al 1%. Por el contrario, el de Estados Unidos se frenará desde 2,4% con que cerrará este año hasta el 2,2% el próximo, y el de China bajará del 7% al 6,4%.
En cuanto al mercado de trabajo, el banco considera que es un indicador más fiable sobre el ciclo económico que el PIB. A partir de los datos de empleo, señala que las economías avanzadas se están recuperando bien tras la crisis financiera, ya que el paro en los países del G7 (EEUU, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Japón y Canadá) ha descendido más rápido durante los últimos cinco años que en cualquier otro periodo desde los años setenta.
¿QUÉ HARÁN LOS BANCOS CENTRALES?
En el terreno de la política monetaria, Goldman Sachs prevé que la Reserva Federal de Estados Unidos comience a subir los tipos de interés en diciembre y que el Banco de Inglaterra "probablemente no se quede atrás". Por su parte, el Banco Central Europeo y el Banco de Japón volverán a aplicar estímulos mientras la inflación o el empleo sigan por debajo de su objetivo.
En opinión de la entidad, es probable que esta divergencia en la política monetaria de los distintos bancos centrales se traduzca en una continuada apreciación del dólar, algo que puede ser positivo porque redistribuye la demanda desde Estados Unidos, donde el empleo está cerca de su máximo potencial, a otros países.
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