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La ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.Pool

Los pagarés han pasado a estar bajo el paraguas de los 100.000 millones en avales del ICO. ¿Por qué es tan relevante para las compañías? Porque la posibilidad de reactivar el mercado empresarial de deuda a corto plazo es oxígeno. Y las empresas necesitan volver a boquear tras ser arrasadas por el tsunami del coronavirus.

El sistema de pagarés ha sido desde la anterior recesión económica uno de los sostenes de la financiación de las empresas. Desde la declaración del estado de alarma, muchas de ellas apenas han podido colocar su deuda a corto plazo en el mercado. La incertidumbre económica y el miedo a que las líneas de crédito se sequen han acabado pesando sobre el inversor.

El estrangulamiento de esta vía de financiación tan importante ha llevado al BCE a actuar de oficio. Los de Lagarde anunciaron el pasado mes de marzo que, por primera vez en la historia del organismo, incluirán en su nuevo programa de compras de activos dotado con 750.000 millones de euros la compra de papel comercial a corto plazo. Pero con una condición: que la deuda emitida disponga al menos del grado de inversión BBB-.

El BCE deja así fuera de forma automática a la mayoría de empresas de tamaño mediano que, en los últimos años, han acudido de forma recurrente al MARF (Mercado Alternativo de Renta Fija). A principios de abril, la capacidad de financiación de esta plataforma bursátil otrora tan popular superaba los 6.500 millones de euros, según los programas vigentes de 46 empresas y fondos de titulización. Pero solo había en circulación pagarés por valor de unos 2.500 millones, es decir, un 38% de la capacidad máxima de este instrumento. De este exiguo porcentaje, la mayor parte son emisiones que ya estaban planeadas antes de la crisis del virus.

AÚN MÁS BANCODEPENDIENTES

Así se prolonga aún más la dependencia de la banca. El Corte Inglés es el mejor ejemplo. El coloso del retail puede emitir hasta 1.200 millones en pagarés. Hasta el momento, solo ha usado un 41,2% de su capacidad para financiarse a través de esta vía. El resto se lo ha pedido a los bancos. A 14 de ellos, concretamente.

Luego están casos como el de MásMóvil, la compañía que más está usando este instrumento porcentualmente hablando y, actualmente, dispone de 170 millones en circulación de un máximo de 200. Sin embargo, su última emisión data precisamente del día anterior a declararse el estado de alarma en España.

Finalmente hay otras que no tienen un solo euro circulando, como Mango. El inversor quiere liquidez y decide no embarcarse en este tipo de inversiones por lo que la capacidad de estas compañías para aguantar el chaparrón depende más que nunca de los bancos.

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