- El Ejecutivo espera que el consumo privado y la inversión continúen creciendo a tasas elevadas
- "No es un ciclo económico agotado, estamos ante una verdadera expansión de la economía española", ha declarado Escolano
El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes la Actualización del Programa de Estabilidad de España para el periodo de 2018-2021, y que remitirá a Bruselas en los próximos días. En él, el Ejecutivo estima un crecimiento medio anual de la economía del 2,7% para este año y del 2,5% para los ejercicios siguientes, con lo que el Producto Interior Bruto (PIB) del país encadenaría ocho años de crecimiento positivo. Unas previsiones "creíbles y que, en todo caso, pecan de prudencia", ha afirmado el ministro de Economía, Román Escolano.
Las previsiones estiman además una recuperación de todo el empleo perdido durante la crisis, con 20 millones de ocupados en 2020. Del mismo modo, el Gobierno pronostica un déficit público del 2,2% del PIB ese mismo año y que España alcanzará un superávit del 0,1% en 2021, por primera vez desde 2007.
En concreto, el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad ha remitido una nota en la que explica que el Gobierno también prevé una tasa de desempleo del 15,5% este año, que irá disminuyendo hasta 2021 para situarse en el 11%. Así, en tres años, el número de trabajadores en busca activa de empleo se reducirá en 1,296 millones personas, mientras que el número de empleados ascenderá en 1,685 millones. Escolano ha explicado que este era uno de los "principales objetivos" del Gobierno desde el principio de la legislatura, y que podrá cumplirlo.
Asimismo, el ministerio explica que la revisión al alza del crecimiento del país este año se debe a una mayor inversión, una mejor coyuntura económica global, el impacto positivo de las medidas del Proyecto del PGE y la menor incertidumbre que genera la situación social y política en Cataluña. Además, este sentimiento de optimismo ha sido reforzado gracias a los indicadores nacionales e internacionales de actividad y empleo más recientes, que señalan un dinamismo en los primeros meses superior al previsto.
El desarrollo del PIB se apoyará tanto en componentes nacionales como exteriores, con la demanda interna, la consolidación de la inversión y el afianzamiento de las exportaciones generando un efecto favorable sobre la productividad y el crecimiento potencial de la economía española. En concreto, el Ejecutivo espera que el consumo privado continúe creciendo a tasas elevadas, y que la inversión se favorezca de un contexto favorable, alimentado por las mejores expectativas empresariales y los reducidos tipos de interés.
El ministerio prevé un saldo de la balanza por cuenta corriente positivo durante todo el periodo, situándose alrededor del 1,5% del PIB y contribuyendo al saldo deudor de la posición neta de inversión internacional. Así, España encadenaría nueve años de superávit por cuenta corriente.
"No es un ciclo económico agotado, estamos ante una verdadera expansión de la economía española. Llegaremos a esos ocho años de crecimiento sin señales de desequilibrio que puedan ser motivo de preocupación", ha puntualizado Escolano. "Se mantendrá el superávit de la cuenta corriente en todo el periodo de referencia. España al final habrá tenido nueve años de superávit, tenemos una competitividad frente al exterior que mantenemos, y que estamos reduciendo nuestro endeudamiento, lo que quiere decir menos vulnerabilidad en el momento en el que los tipos de interés empiecen a subir. Dato particularmente importante", ha añadido.