- La 'gig economy' consiste en trabajar por proyectos en lugar de tener un empleo fijo
- Los expertos alertan sobre la necesidad de regular los trabajos flexibles para evitar prácticas fraudulentas
Tiene su origen en Estados Unidos, nombre de concierto de jazz y mala fama por la precarización que puede conllevar. Es la 'gig economy', empleos que consisten en desarrollar proyectos para empresas y en los que la relación trabajador-empresa se termina una vez se ha terminado la tarea.
Por su definición podría ser sinónimo de un trabajador autónomo que desarrolla su actividad para distintas empresas. Sin embargo, para Rubén Berrocal, IT Business Manager de Randstad Technologies, "el matiz es que en la 'gig economy' el ámbito geográfico es global". En esta línea, Berrocal señala como ejemplo Uber "donde al final los conductores cobran por cada servicio a través de una plataforma implementada a nivel mundial". "La 'gig economy' te permite trabajar para varias empresas en un periodo muy corto de tiempo", añade Víctor Tatay, director de Adecco en Levante.
El 42% de los españoles que participan en la 'gig economy' lo hacen ante la imposibilidad de encontrar un empleo fijo
El objetivo principal de la 'gig economy' es la flexibilidad y es que, según Tatay, el trabajador decide, como en 'Lo malo', "dónde, cuándo y con quién" trabajar. Esa es la teoría, porque en la práctica, según un estudio del Grupo Adecco, el 42% de los españoles que participan en la 'gig economy' lo hacen ante la imposibilidad de encontrar un empleo fijo. Este porcentaje es ligeramente superior al 36% del resto de europeos que prefería un empleo estable ante uno flexible.
Rubén Berrocal considera que "el nacimiento de algunas plataformas tecnológicas" ha favorecido al crecimiento de este tipo de empleos, sin embargo, descarta que se trate de una burbuja. "No hay burbuja, habrá periodos de ajuste pero especialistas que han trabajado por proyectos los ha habido siempre", precisa. Sobre si este tipo de empleo está únicamente vinculado a la tecnología o las 'start-ups', el responsable de IT de Randstad considera que aunque la 'gig economy' se ha asociado a "proyectos de economía colaborativa irá surgiendo en diferentes nichos; en algunos irá a cubrir una demanda y se consolidará y en otros sectores no tendrá sentido".
En esta línea, Berrocal considera que "tanto un desarrollador informático como un repartidor de Deliveroo son miembros de la ‘gig economy'", opinión que contrasta con la de Víctor Tatay quien explica que bajo su punto de vista "un repartidor de Deliveroo no es miembro de la 'gig economy'. ¿El motivo? "En el momento que trabajas para una empresa que te está dando continuamente las órdenes no eres un trabajador flexible", señala el responsable de Adecco Levante.
PERFILES DE LA 'GIG ECONOMY'
El estudio 'Trabajo Flexible: una trayectoria profesional y un estilo de vida', del Grupo Adecco, establece un perfil muy concreto del trabajador de la 'gig economy'. Tras analizar cuatro millones de perfiles flexibles en LinkedIn, de los cuales 60.000 trabajaban en España, el informe señala que el perfil mayoritario de trabajador flexible es el de un hombre o mujer con estudios universitarios (55%), con un perfil senior (78%) y titulado en ADE en el 36% de los casos.
Además, este tipo de perfiles buscan en su empleo un salario flexible (62%), poder conciliar con la vida personal (53%) y que el trabajo les parezca estimulante (46%). De media, suelen invertir en cada proyecto 13 meses. Víctor Tatay añade que estos aspectos coinciden con aquellos que busca la generación 'millenial' a la hora de buscar un empleo.
Por otra parte, Rubén Berrocal señala que hay dos tipos de perfiles. En primer lugar, cita a aquellos empleos "muy especializados" relacionados con el desarrollo informático o el diseño gráfico y en segundo lugar, "empleos más mecánicos y menos especializados". Para ambos augura futuros distintos, "si eres un profesional muy especializado, no hace falta que busques trabajo, te van a buscar a ti, si la 'gig economy' se acaba implantando". Sin embargo, "si tu trabajo es más mecánico, menos especializado, posiblemente vas a acabar viviendo de la demanda, y si vives de la demanda, con toda seguridad, vas a tener mucha presión sobre el precio y puede empeorar tu situación respecto a las condiciones laborales".
REGULAR CONTRA LOS FALSOS AUTÓNOMOS
Ambos expertos coinciden en que este tipo de empleos se debería regular. El director del Grupo Adecco en Levante, explica que "hoy por hoy el trabajo flexible ofrece una oportunidad enorme desarrollo en el mercado laboral pero a nivel político se podrían hacer muchas más cosas para respaldar a esos trabajadores independientes, desde prestaciones sociales hasta apostar por su formación". Además, señala que "es muy importante no confundir a los trabajadores flexibles con los falsos autónomos".
En la misma línea, el responsable de IT Business de Randstad Technologies, alerta de las "consecuencias para el estado del bienestar" si no se regula la 'gig economy' y no se asegura la "capacidad de recaudación de los estados". Por esta razón, Rubén Berrocal, apuesta por una "utópica regulación mundial". "El camino es que todos los países jueguen bajo las mismas normas y en virtud de ello no se pierda el control estatal y la carga impositiva y no haya países que jueguen en ventaja o desventaja", explica. Sin embargo, no se muestra muy optimista, "posiblemente los reguladores no aprovechen que estamos interconectados, porque la regulación siempre va por detrás de la realidad".