La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, ha señalado que los precios comenzarán a estabilizarse a medida que las subidas de tipos de interés llevada a cabo por los bancos centrales de todo el mundo empiecen a hacer efecto.
En los últimos meses, algunas materias primas, como el petróleo, parecen haber dado señales de que su precio ha comenzado a controlarse pero, la gerente del FMI, ha opinado que esta acción es producto del temor a una recesión mundial y no a que la inflación se esté controlando.
“Los bancos centrales están intensificando el control de la inflación, es una prioridad. Deben continuar hasta que quede claro que las expectativas de inflación permanecen firmemente ancladas”, ha dicho Georgieva a CNBC durante la reunión del G-20 en Bali, este viernes.
“En este momento todavía vemos que la inflación sube; tenemos que echarle un poco de agua fría”, ha ironizado.
Georgieva ha incidido en que es primordial que se logre la estabilidad de precios, de lo contrario "los ingresos se erosionarán" y los países más pobres se verán más perjudicados.
En este sentido, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, también presente en la cumbre del G-20, ha indicado que es crucial que los gobiernos establezcan y mantengan un “libro de jugadas” de respuestas políticas que “minimizarían la duración y la gravedad de las recesiones” y, de este modo, se “mitigarían las consecuencias económicas adversas sobre las empresas y los ciudadanos”.
Las interrupciones en las cadenas de suministro provocadas por la pandemia de coronavirus ha dado lugar a cuellos de botella, que se han visto incrementados por la guerra de Ucrania. El resultado ha sido un aumento del precio de los productos, la energía, los fertilizantes y los alimentos básicos.
Según datos del Banco Mundial, los precios de los alimentos en todo el mundo alcanzaron un máximo histórico entre marzo y abril de este año. El índice de precios de productos básicos alimentarios del Banco Mundial para marzo-abril aumentó un 15% con respecto a los dos meses anteriores y fue un 80% más alto que hace dos años .
Las cifras están teniendo serias consecuencias y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ha alertado en la reunión del G-20 que la desnutrición mundial aumentará en 7,6 millones este año y subirá nuevamente en 19 millones en 2023.