Los precios del gas natural no dejan de caer. El escaso consumo derivado de un suave clima primaveral, unido a la falta de reaparición de la demanda industrial en Europa, hacen que el TTF holandés, de referencia en el Viejo Continente, se sitúen actualmente en torno a los 36 euros/MWh. Los expertos estiman que los precios seguirán bajos porque los almacenes europeos están actualmente al 60% de capacidad, por lo que no hará falta tanto gas para lograr el objetivo del 90% fijado por Bruselas para finales del verano. Sin embargo, puede que los problemas relacionados con el gas no hayan acabado aún para Europa.
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Esta es la clave que ayudará a Europa a evitar la escasez de gas en inviernoAsí lo creen los estrategas de Rabobank, que alertan de que sigue habiendo "riesgos" de cara al futuro. Es cierto que los precios están bajos debido al suministro constante, el tiempo extremadamente suave a ambos lados del Atlántico y la importante contribución de las energías renovables a la generación de electricidad, que han impedido que las existencias sufrieran las típicas grandes retiradas invernales.
Pero, remarcan, eso no quita que "el mercado sigue siendo vulnerable". Y es que un rápido repunte del consumo de gas por parte de la industria, unido a un resurgimiento de la demanda de Asia, entrañan riesgos para los precios que no se pueden ignorar. Sin olvidar los problemas que podría provocar un "invierno normal" en 2023-2024, tras el último, que ha sido más cálido de lo habitual. Todo eso podría disparar al TTF de nuevo, sobre todo porque el escenario en el que 'juega' Europa no ha cambiado demasiado.
Ha pasado de depender completamente del gas ruso que llegaba al continente vía gasoductos, a suplir la falta del suministro del Kremlin como consecuencia de la guerra en Ucrania con otro único proveedor: EEUU y su gas natural licuado (GNL). En opinión de Rabobank, "tal es el riesgo de depender en gran medida de una única materia prima mundial como el gas natural licuado para sustituir al gas ruso barato transportado por gasoducto".
"Europa ha cambiado un demonio por otro, y sigue expuesta a los movimientos del mercado y a la fuerte volatilidad de los precios fuera de su control hasta que la transición a la energía verde esté muy avanzada", comentan sus expertos en un reciente informe, en el que apuntan que esperan que los precios del gas en Europa se mantengan "relativamente estables en los próximos tres meses", mientras que auguran "subidas en otoño e invierno".
Y en cuanto a los precios de la electricidad, recuerdan que tienden a cotizar entre 2,5 y 3 veces el precio del gas natural. "El aumento de la dependencia del gas natural y la eliminación progresiva del carbón y la energía nuclear en muchos países europeos reforzarán esta relación, ampliando el diferencial", dicen desde el banco holandés. Pero "si las energías renovables logran abrirse camino, el diferencial se reducirá".
Estos expertos creen que el diferencial de precios de la electricidad aumentará hasta 3,5 veces o incluso 4 veces (en los meses de invierno) respecto a los precios del gas natural en los próximos años, "hasta que las fuentes renovables alcancen su punto álgido". Más a corto plazo, para los próximos tres meses auguran que los precios de la electricidad serán "en torno a 3 veces el precio del gas natural, con algunas variaciones en función del mix de generación de cada país".
¿Y en EEUU, que cabe esperar sobre los precios del gas? Los futuros del gas natural Henry Hub estadounidense están "extremadamente sobrevendidos, y los riesgos al alza para el verano se mantienen". Bajo su punto de vista, la oferta ha sido "abundante en la suave primavera" y las capacidades de exportación de GNL "están al límite de su capacidad hasta 2024 y 2025".
"En el mejor de los casos, esperamos que el Henry Hub cotice entre 2 y 2,5 $/MMBtu en mayo, pero como la demanda de aire acondicionado repunta y es probable un verano más caluroso que la media, esperamos que de junio a agosto el gas alcance los 3-3,4 $/MMBtu", concluyen.