El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha afirmado este viernes que "tiene poco sentido" que los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) finalicen el próximo 31 de enero cuando el estado de alarma en España está previsto que termine el 9 de mayo.
En su opinión, aunque éste decayera, "los ERTE tendrían que seguir", como se ha hecho en Alemania, que los ha extendido hasta finales de año. "Aunque se levante el estado de alarma en abril, por ejemplo, la Navidad y la Semana Santa ya se han perdido. ¿Quién va a contratar hoy por hoy un hotel en Semana Santa?", ha subrayado.
Garamendi, en declaraciones a TVE, ha recordado que los ingresos de las empresas y de los negocios autónomos muchas veces van por temporada y ha puesto como ejemplo los bares de los pueblos cuando hay fiestas o los de las empresas que fabrican fuegos artificiales, que normalmente aumentan su facturación en agosto. Por ello, considera que los ERTE tendrán que seguir acompañando a aquellos sectores que tengan más dificultades para salir adelante por el impacto de la crisis sanitaria.
Dos de esos sectores son el comercio y la hostelería, que "están tocadísimos", ha señalado Garamendi, que ha reiterado su petición para que los ERTE en estos sectores contemplen una exención total de cotizaciones y los ayuntamientos les rebajen el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
Sobre la demanda de Bildu de cumplir con el compromiso al que llegó con el Gobierno de derogar la reforma laboral -que posteriormente el Ejecutivo matizó-, Garamendi ha denunciado que los ciudadanos están viviendo "una especie de indefinición permanente que no crea estabilidad". En todo caso, el dirigente de la patronal no quiere hablar de derogación, sino de mejoras en algunos aspectos sobre los que sí cree que se debe hablar, como la dualidad del mercado laboral. "Hay cosas de las que hablar pero eso no significa volver a situaciones anteriores", ha advertido.