Los funcionarios de la Reserva Federal (Fed) apuntaron en el último Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) que una subida de tipos anticipada o a un ritmo mayor estaría justificada por la situación de la economía, el mercado de trabajo y, en concreto, la inflación.
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Los funcionarios de la Fed: entre la aceleración del 'tapering' y la subida de tiposLa reunión no terminó con ninguna decisión sobre cuándo comenzará la reducción del balance, si bien las actas mencionan que podría producirse a lo largo del 2022.
"Casi todos los participantes estuvieron de acuerdo en que probablemente sería apropiado iniciar la liquidación del balance en algún momento después del primer aumento del rango objetivo del tipo de los fondos federales. Sin embargo, los participantes consideraron que el momento adecuado para la retirada del balance probablemente estaría más cerca del momento en que se elevara el tipo de interés oficial que en la experiencia anterior del Comité", recogen los escritos.
Varios funcionarios plantearon su preocupación por las vulnerabilidades del mercado del Tesoro y cómo eso podría afectar a la reducción del balance.
También dijeron que los precios estaban en niveles más altos y más persistentes de lo que habían anticipado en cónclaves anteriores. "Las lecturas de inflación se mantuvieron altas y varios indicadores sugirieron que las presiones inflacionarias se habían ampliado en los últimos meses", dicen las actas.
"Dado que la inflación ha superado el 2% durante algún tiempo, el Comité espera que sea apropiado mantener este rango objetivo hasta que las condiciones del mercado laboral hayan alcanzado niveles consistentes con las evaluaciones del Comité de empleo máximo", recogen los escritos.
"Los participantes en general señalaron que estaban monitoreando los datos entrantes en busca de signos de presiones inflacionarias asociadas con el mercado laboral cada vez más ajustado. Reconociendo que el nivel máximo de empleo compatible con la estabilidad de precios puede evolucionar con el tiempo, muchos participantes vieron que la economía de los Estados Unidos avanzaba rápidamente hacia la meta de máximo empleo del Comité", añaden.
De hecho, el propio banquero central, Jerome Powell, no dijo la palabra "transitoria" al referirse a la subida de los precios y advirtió que hay un riesgo real de que sea persistente.
Eso sí, algunos participantes llegaron a decir podría ser necesaria una política futura menos acomodaticia y que el Comité debería transmitir un fuerte compromiso para abordar las elevadas presiones inflacionistas.
Pese a ello, "los participantes señalaron que las perspectivas económicas actuales eran mucho más sólidas, con una inflación más alta y un mercado laboral más ajustado que al comienzo del episodio de normalización anterior". Es por ello que creyeron justificado el acelerón del 'tapering' hasta los 30.000 millones de dólares.
"Señalaron que una conclusión más rápida de las compras de activos netos posicionaría mejor al Comité para establecer una política que aborde la gama completa de resultados económicos plausibles", es por ello que "estimaron que sería apropiado duplicar el ritmo de la reducción en curso de las compras netas de activos".
"Los participantes también esperaban que las condiciones económicas evolucionasen de forma que resultasen apropiadas reducciones similares del ritmo de las compras netas de activos cada mes posterior, lo que llevaría a poner fin a las compras netas de activos a mediados de marzo, unos meses antes de lo que los participantes habían previsto en la reunión del FOMC de noviembre".
Eso sí, los funcionarios concluyeron que los riesgos para las proyecciones económicas estaban sesgados a la baja, mientras que los de la inflación lo estaban al alza. "En particular, la posibilidad de que los casos de Covid-19 pudieran continuar aumentando abruptamente, especialmente si la variante Ómicron demuestra ser resistente a la vacuna, se consideró una fuente importante de riesgo negativo para la actividad, mientras que la posibilidad de problemas de suministro más graves y persistentes fue visto como un riesgo adicional a la baja para la actividad y como un riesgo al alza para la inflación".