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Se acabó el invierno suave que hemos podido disfrutar hasta ahora. Un frente frío con nevadas generalizadas y una notable bajada de las temperaturas barrerá la península estos días y, con las fluctuaciones en el precio de la electricidad, conviene seguir una serie de recomendaciones para controlar el consumo y ahorrar en energía. Aquí van seis consejos del comparador de tarifas energéticas Selectra.

1. Comprobar el estado de los radiadores. Independientemente de si se tiene un radiador de gas o eléctrico, es fundamental asegurarse de que funcionan al 100% para evitar sorpresas en la factura de la luz. Así que, si se tiene un radiador de agua, no olvides purgarlo de vez en cuando y, como norma general, limpia el polvo que se acumule y evita poner ropa encima o bloquear las salidas de aire.

2. Mantener la casa a una temperatura adecuada. Lo ideal sería regular el termostato a unos 21 grados de temperatura, ya que es la óptima para mantener caliente una vivienda sin pagar de más en la factura. Hay que recordar que cada grado que se aumente la temperatura a partir de ahí aumentará nuestro consumo energético en un 7% y, por tanto, encarecerá nuestros recibos.

3. Atención a las fugas de aire. ¿De qué sirve gastar dinero en calentar la casa si el calor acaba desapareciendo segundos después? Es decir, para mantener una temperatura constante en el interior de la casa, es necesario que no haya fugas de aire, por lo que hay que invertir en fuentes de aislamiento eficaces, como, por ejemplo, un doble acristalamiento, o si no se quiere gastar tanto dinero, se pueden poner burletes en puertas y ventanas para reducir la entrada de aire.

4. Controlar la temperatura del agua caliente. Es cierto que un baño caliente en un día de invierno es uno de los momentos más relajantes del día, pero eso no significa que el agua tenga que estar hirviendo, porque, además, no es la opción más beneficiosa para la piel. Así que habrá que revisar la temperatura programada e intentar ajustar está en torno a los 40°C.

5. Optimice el uso del horno. Hay que tener en cuenta que el horno es uno de los electrodomésticos que más energía consume, alrededor de 2 kWh por hora de cocción. Aun así, hay pequeños trucos que contribuyen a un consumo energético más eficiente, como cocinar varios platos simultáneamente, para no perder el calor residual generado, apagar el horno 20 minutos antes de que el plato esté completamente terminado, o no abrir el horno mientras se prepara la comida, ya que se pierde alrededor del 20% del calor y aumenta el tiempo de cocción.

6. Cuidado con el tiempo de uso de los radiadores. Si se trabaja fuera de casa todo el día y solo se utiliza la calefacción por la noche, probablemente sea mejor mantener los radiadores apagados mientras se está fuera. Pero si, por el contrario, sólo se va estar fuera de casa 30 minutos, no pasa nada por dejarlos encendidos durante ese tiempo. Aun así, la mejor estrategia para hacer un uso consciente de la energía es instalar termostatos en casa, ya que se pueden programar a distancia y definir las horas a las que deben mantenerse encendidos o apagados, evitando así el derroche de energía.

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