Los problemas de suministro restringen la actividad comercial en la zona euro, con lo que la ralentización del crecimiento económico siguió a principios del cuarto trimestre, hasta mínimos no vistos en seis meses, a medida que se atenuaron las expansiones en el sector manufacturero y en el sector servicios.
Después de tener en cuenta los factores estacionales, el Índice PMI Compuesto de Actividad Total de la eurozona, elaborado por la consultora Markit y publicado este jueves, disminuyó de 56,2 registrado en septiembre a 54,2 en octubre, señalando su lectura más baja en seis meses. De hecho, los últimos datos indicaron que el crecimiento económico de la zona euro se desaceleró por tercer mes consecutivo, y señalaron una nueva atenuación de su máxima en 15 años registrada en julio pasado.
El crecimiento de la fabricación disminuyó a un ritmo especialmente notable y cayó al nivel más débil desde que comenzó la recuperación industrial en julio pasado. Mientras tanto, el crecimiento de la actividad comercial alcanzó su mínima de seis meses en las empresas de servicios a medida que los fuertes ritmos de expansión posteriores al confinamiento se redujeron. La escasez de suministro fue un gran problema para las empresas en octubre y también impulsó fuertes presiones inflacionistas. Tanto los costes de los insumos como los precios de venta aumentaron a tasas récord.
El sector servicios siguió siendo el principal motor del crecimiento económico al inicio del cuarto trimestre, a pesar de que la expansión se debilitó. Mientras tanto, la escasez de materiales y los cuellos de botella en el suministro restringieron la producción de los fabricantes, especialmente en el sector automotriz.
Con la excepción de Irlanda, el declive del crecimiento fue generalizado en la zona euro. Alemania registró el aumento más débil de la actividad total en octubre y registró marcadas desaceleraciones en los dos sectores estudiados. La economía de Irlanda produjo sólidos resultados en octubre, y el crecimiento se mantuvo entre los más rápidos registrados.
La tendencia de declive de la actividad empresarial también se reflejó en la de los nuevos pedidos en octubre. La demanda de productos y servicios de la zona euro aumentó al ritmo más lento en seis meses a medida que el crecimiento de la cartera de pedidos se debilitó de forma generalizada. No obstante, los nuevos pedidos de exportaciones crecieron sólidamente y a un ritmo que se mantuvo sin cambios desde septiembre. Según las empresas encuestadas, la flexibilización de las restricciones de los viajes respaldó un crecimiento más rápido en la demanda de servicios de clientes internacionales.
Sin embargo, los trabajos atrasados siguieron aumentando a un ritmo elevado en octubre, especialmente en el sector manufacturero, ya que la escasez de componentes y unos plazos más largos de entrega de insumos afectaron los programas de producción. Los pedidos pendientes de realización en las empresas de servicios aumentaron a un ritmo más lento a medida que se redujeron los informes de escasez de personal.
De hecho, el crecimiento del empleo en general se fortaleció en la zona euro en el último período de la encuesta y fue uno de los más rápidos desde que comenzó la recopilación de datos en 1998. Resaltando otros datos positivos, la confianza empresarial se mantuvo estable en octubre y en un nivel muy por encima de la media histórica. Las tendencias divergieron por sector, ya que la disminución del optimismo de los fabricantes se vio contrarrestada por una mejora de la confianza en el sector de servicios.
Por último, como resultado de los intensos problemas de suministro actuales, pero también como consecuencia del aumento de los costes de la energía, los combustibles y la mano de obra, la inflación de los precios de los insumos alcanzó un nuevo récord de la serie en octubre. Para combatir dicho aumento de los costes, las empresas también subieron sus tarifas cobradas a la tasa más rápida registrada.
SECTOR SERVICIOS
De su lado, el Índice PMI de Actividad Comercial del Sector Servicios de la zona euro cayó de 56,4 registrado en septiembre a 54,6 en octubre, señalando su mínima de seis meses. El índice ha caído más de cinco puntos desde la máxima de 15 años registrada en julio pasado, a medida que la actividad comercial de la zona euro se acerca a unos niveles anteriores a la pandemia.
El crecimiento de los nuevos pedidos se desaceleró levemente en octubre, aunque se mencionó que el aumento del turismo y una mayor flexibilidad para los viajes internacionales impulsaron la demanda del extranjero. La fuerte tendencia de crecimiento del empleo en el sector servicios continuó en octubre y los niveles de dotación de personal aumentaron al ritmo más rápido desde octubre de 2007. Como resultado, la tasa de acumulación de pedidos pendientes fue la más lenta desde abril pasado.
Las presiones inflacionistas siguieron intensificándose a medida que las empresas de servicios registraron los mayores incrementos tanto de los costes como de los precios de venta en poco más de 21 años.
"El crecimiento de la zona euro se ha desacelerado fuertemente al comienzo del cuarto trimestre, con paradas en la fabricación debido a la escasez de suministros mientras que, por su parte, el sector servicios está perdiendo impulso a medida que disminuye la aceleración tras los confinamientos", señalan en Markit, añadiendo que, "a pesar de dicha desaceleración, la tasa de expansión sigue siendo consistente con un crecimiento trimestral del PIB del 0,5%, pero existe una preocupante falta de claridad sobre la dirección de su trayectoria en los próximos meses".
Creen que, "dado que la escasez de suministro ha empeorado en vez de mejorar en octubre, es probable que el crecimiento económico en el sector manufacturero se mantenga moderado durante algún tiempo. Dicha moderación dejaría a la economía dependiente del sector servicios para impulsar el crecimiento, y ya hay indicios de que el aumento del número de infecciones por el virus está frenando la actividad en muchas empresas del sector servicios, en particular, pero de ninguna manera exclusivamente, en Alemania".
Mientras tanto, "la incesante escasez de suministro sugiere que las altas presiones de los precios seguirán el próximo año, pero todavía no hay indicios de un fuerte crecimiento salarial firme, que sería la mayor preocupación en torno a las perspectivas de la inflación a más largo plazo", señalan.