Francia ha recortado su previsión de crecimiento para el presente año hasta el 1%, cuatro décimas por debajo del 1,4% que anticipaba en su anterior estimación, con motivo del efecto de las guerras en Ucrania y Oriente Medio y de la situación de China y Alemania, dos de sus principales socios comerciales.
El ministro de Finanzas del país, Bruno Le Maire, reconoció la revisión a la baja de las previsiones en una entrevista con el medio francés 'TF1' recogida por 'Reuters'. "Es una previsión de crecimiento que sigue siendo positiva, pero que tiene en cuenta el nuevo contexto geopolítico", ha destacado.
Además, Le Maire ha adelantado que el Gobierno reducirá el gasto en 10.000 millones de euros entre todos sus departamentos y agencias, aunque ha matizado que esto no supondrá aumentos de impuestos ni recortes en las prestaciones a los ciudadanos franceses.
"En los próximos días recortaremos inmediatamente 10.000 millones de euros en gastos estatales", ha señalado, antes de agregar que se reducirán en 5.000 millones los gastos operativos para todos los ministerios y en otros tantos millones las políticas públicas.
De estas políticas públicas, el Gobierno tiene previsto recortar 1.000 millones en ayudas públicas al desarrollo y otros 1.000 millones en los subsidios para la renovación de edificios residenciales.
Con estas medidas, el Ejecutivo francés considera que se mantiene en el camino correcto para cumplir su objetivo de reducir el déficit estatal para 2024 al 4,4% del PIB.
"Mantenemos la opción de aplicar un presupuesto suplementario en verano, dependiendo de las circunstancias económicas y de la situación política", ha concluido.