El Producto Interior Bruto (PIB) de Francia, la segunda mayor economía de la zona euro, moderó su crecimiento en el tercer trimestre del año hasta el 0,1%, frente a la expansión del 0,6% que logró en el trimestre anterior, según el dato preliminar publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee).
Según el instituto estadístico galo, la desaceleración del crecimiento del PIB en los meses de verano fue consecuencia del peor comportamiento del sector exterior, mientras que, por el contrario, la demanda interna final aumentó cinco décimas su contribución al PIB, hasta los 0,7 puntos.
Esta evolución de la demanda interna se vio favorecida por el consumo de los hogares franceses, que aceleró su crecimiento siete décimas, hasta el 0,7%, así como por la inversión, que avanzó un 1%, cinco décimas más que en el trimestre anterior.
Por contra, las exportaciones de la economía gala retrocedieron en el tercer trimestre de forma "brusca", con una caída del 1,4% que contrasta con el avance del 2,4% que experimentaron en el segundo trimestre del año.
Las importaciones, por su lado, disminuyeron un 0,5% en el tercer trimestre, frente al crecimiento del 2,5% del trimestre anterior.
De este modo, el sector exterior restó tres décimas al crecimiento del PIB francés en el tercer trimestre, por encima de la contribución negativa de una décima del segundo trimestre.