El Gobierno de Francia ha presentado este jueves su nuevo proyecto de presupuesto para 2025, que tiene como medidas centrales una reducción del gasto de 60.000 millones de euros y subidas impositivas para bajar el déficit y ubicarlo en el 5%.
Antoine Armand, ministro de Economía y Finanzas, fue el encargado de hacer públicas las medidas impulsadas por el primer ministro Michel Barnier, y aseguró que estos presupuestos deben ser entendidos como un "esfuerzo" por revertir la situación financiera del país galo y así mejorar sus perspectivas a futuro.
"Un esfuerzo tan urgente como necesario para volver a una trayectoria presupuestaria sostenible, que preserve nuestras condiciones de financiación y, en última instancia, nos permita estabilizar y luego reducir nuestra deuda", ha señalado.
Además, ha destacado que el proyecto es un intento de "cambiar la manera de emplear el gasto público", aunque por el momento todavía debe cumplir con los trámites parlamentarios para llegar a hacerse efectivo.
En concreto, las cuentas se debatirán en sede parlamentaria de forma separada, ya que el capitulo de ingresos, en el que se enmarcan las subidas de impuestos, será el primero en ser tratado por los legisladores dentro de dos semanas. La Asamblea Nacional valorará la parte dedicada a los gastos el 5 de noviembre, y está previsto que la votación definitiva tenga lugar el día 19 del mismo mes.
El texto presentado este jueves precisa que, sin las medidas que se proponen en él, "el déficit público habría alcanzado el 7% del PIB en 2025".
"Es un camino de responsabilidad, lo digo muy claramente, es un camino que excluye cualquier expolio fiscal y cualquier cura de austeridad. No hay ambigüedad al respecto, nosotros no reconduciremos las cuentas frenando el crecimiento. Escuché muchas líneas rojas. Yo solo tengo una. Lo único que hay que hacer es enderezar las cuentas. Será mi único objetivo. No acepté ser Ministro de Presupuesto y Cuentas Públicas para defender o avalar trayectorias insostenibles", ha concluido Armand.
