La campaña de rebajas de verano eran el salvavidas que los comerciantes necesitaban para impulsar el sector. Pero no ha sido posible. Según los datos de julio del comercio minorista, las ventas se han contraído un -0,6% interanual.
Según la Confederación Española de Comercio (CEC), los establecimientos contaban con una gran cantidad de stock acumulado, principalmente debido a la climatología que retrasó las compras (especialmente en textil) hasta bien entrado junio; pero estas circunstancias no se han traducido en un aumento de la facturación en rebajas, empeorando incluso los datos del pasado verano.
Sin embargo, a pesar de la caída de las ventas, la ocupación en comercio aumentó de nuevo ligeramente en el mes de julio (+0,7%), según los datos del ICM publicados por el INE; un claro síntoma del talante optimista del sector y de las esperanzas que habían puesto en esta campaña.
IDONEIDAD DE LAS REBAJAS
La CEC alerta sobre la situación y subraya que el pequeño comercio sale perjudicado en la política de descuentos continuados a lo largo de todo el año por parte de las grandes cadenas; ya que no tienen esa capacidad para ofrecer descuentos similares fuera de los períodos de rebajas.
Consideran que las rebajas ya no son atractivas para el consumidor. Manuel García-Izquierdo, presidente de la CEC, ha explicado que están "obligados a reinventar las rebajas, a hacer que vuelvan a ser atractivas, bien sea mediante su duración, tipo de descuentos… es un debate que debemos llevar a cabo entre los distintos formatos comerciales y la Administración”.
Según la CEC, el término “rebajas” tiene cada vez menos sentido dado que estos periodos no están acotados, lo que provoca un efecto negativo para el cliente y el comerciante pequeño y mediano. José Guerrero, secretario general de la CEC, cree que “se complica la planificación de las compras y la relación con los proveedores”. Denuncia, por lo tanto, la ineficacia por falta de una regulación normativa.
La liberalización de los periodos de rebajas han perjudicado al comercio minorista y, especialmente, al de proximidad, según la CEC.
Y por ello, reclaman una política ordenada de rebajas al Ministerio de Industria y Comercio. Solicitan medidas “para corregir los desequilibrios competitivos, lo que implicaría una mayor dotación en los Presupuestos Generales del Estado” para un sector que aporta el 11% del PIB y que aglutina al 25% de los autónomos del país.
