La economía portuguesa se ha fortalecido "considerablemente" en 2017 impulsada por el crecimiento del turismo y la construcción en un contexto de recuperación de la eurozona, lo que ha llevado al Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisar sus previsiones para Portugal hasta el 2,5% en 2017 y el 2% en 2018, cuando anteriormente preveía una expansión del 1,7% y el 1,4%, respectivamente, lo que permitirá al país luso cumplir "cómodamente" las metas de déficit.
"La perspectiva a corto plazo de Portugal se ha fortalecido considerablemente gracias al repunte de la inversión y al crecimiento continuado de las exportaciones a medida que la recuperación de la eurozona gana fuerza", indicaron los técnicos del FMI que han visitado el país para elaborar el informe anual conocido como 'Artículo IV'.
En este sentido, las conclusiones preliminares del FMI destacan que este mayor crecimiento del PIB supone que Portugal tiene al alcance cumplir el objetivo de déficit del 1,5%. "Un crecimiento más fuerte junto al compromiso de las autoridades con la contención del gasto debería permitir cumplir el déficit cómodamente", indicaron los representantes del FMI, recomendando al país luso que el ajuste busque mejorar la eficiencia del gasto público para reforzar la percepción del mercado sobre la predictibilidad del Gobierno.
En su análisis, el FMI destaca los progresos realizados en el saneamiento del sector bancario luso, cuyos bancos considera "líquidos", aunque señala que aún se enfrentan a numerosos retos, incluyendo la baja calidad de los activos, la escasa rentabilidad y unos colchones de capital limitados. En este sentido, los expertos recomiendan al Gobierno luso introducir un plan para que las entidades puedan amortizar, reestructurar o vender sus carteras de créditos improductivos.
FLEXIBILIZAR EL MERCADO LABORAL
Asimismo, los técnicos del FMI subrayan la importancia de acometer reformas estructurales que impulsen la inversión y la productividad si Portugal quiere elevar su potencial de crecimiento. De este modo, el documento señala la necesidad de elevar sustancialmente los niveles de inversión, para lo que considera u requisito previo contar con un mercado laboral "más flexible" donde se relacionen salarios y productividad.
"Esto requeriría un mercado laboral más flexible donde los aumentos salariales se alinearan con la productividad, permitiendo a Portugal aprovechar las mayores cualificaciones de los trabajadores que entran al mercado laboral mientras se salvaguarda la competitividad", añade.