Es probable que los tipos de interés mundiales sigan subiendo hasta 2023, cuando los precios sobrecalentados empiecen a enfriarse en respuesta a las medidas de los bancos centrales, según Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional.
Puede que los precios de las materias primas, como el petróleo, se hayan nivelado y hayan empezado a bajar en los últimos meses, pero Georgieva dijo que lo harán en respuesta a los riesgos de recesión y no necesariamente porque la inflación se haya domado.
"Los bancos centrales están dando un paso adelante para controlar la inflación, es una prioridad. Tienen que seguir adelante hasta que esté claro que las expectativas de inflación se mantienen firmemente ancladas", dijo Georgieva en declaraciones a la CNBC en la reunión del G-20 en Bali el viernes.
"De momento seguimos viendo que la inflación sube; tenemos que echar un jarro de agua fría".
Las interrupciones de las cadenas de suministro provocadas por una pandemia han creado cuellos de botella, mientras que la guerra en Ucrania ha exacerbado estas perturbaciones. El resultado ha sido un aumento de los precios de los bienes, incluidos los productos básicos como los alimentos, los fertilizantes y la energía.
Aunque la inflación de los precios de los alimentos ya estaba en marcha antes de la pandemia y la guerra, ambos acontecimientos no han hecho más que agravar el problema. Los precios mundiales de los alimentos alcanzaron un máximo histórico entre marzo y abril de este año, según el Banco Mundial. El índice de precios de los productos alimentarios del Banco Mundial correspondiente a marzo-abril aumentó un 15% con respecto a los dos meses anteriores y fue más de un 80% superior al de hace dos años.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación informó el viernes al G-20 de que el número de personas desnutridas en el mundo aumentará en 7,6 millones este año, y volverá a aumentar en 19 millones en 2023.
