El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha elevado su previsión de crecimiento para la economía de China tanto para este año como para 2025. En concreto, estima ahora que el Producto Interior Bruto (PIB) del gigante asiático crecerá un 5% en 2024 y un 4,5% el próximo año, lo que supone un alza de 0,4 puntos porcentuales en ambos casos frente a sus anteriores pronósticos del mes de abril. Según ha dicho el organismo, ha tomado esta decisión ante el "fuerte" primer trimestre que ha experimentado la economía china y también por las medidas políticas adoptadas recientemente.
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China pide a Japón y Corea del Sur rechazar el "proteccionismo" en la Cumbre TrilateralLa subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, ha dicho que el Fondo espera que "el crecimiento económico de China se mantendrá resistente" este año y el que viene, y también que "la inflación aumente, pero se mantenga baja, ya que la producción se mantiene por debajo del potencial, y la inflación básica aumentará solo gradualmente hasta alcanzar un promedio del 1% en 2024".
A medio plazo, ha detallado, "se espera que el crecimiento se desacelere al 3,3% para 2029 debido al envejecimiento y al menor crecimiento de la productividad". Además, ha añadido la responsable del FMI, "los riesgos se inclinan a la baja, incluido un ajuste del sector inmobiliario mayor o más prolongado de lo esperado y crecientes presiones de fragmentación".
Tal y como ha explicado Gopinath, el desarrollo económico de China durante las últimas décadas "ha sido notable, impulsado por reformas orientadas al mercado, la liberalización del comercio y la integración en las cadenas de suministro globales". Sin embargo, también es cierto que "estos logros han ido acompañados de desequilibrios y crecientes vulnerabilidades, y han surgido obstáculos para el crecimiento" a los que el gigante asiático ya está poniendo remedio.
Y es que, ha destacado, "al reconocer estos desafíos, las autoridades se han centrado en lograr un crecimiento de alta calidad apoyando la innovación, especialmente en los sectores ecológicos y de alta tecnología, mejorando las regulaciones del sector financiero e introduciendo algunas políticas para mitigar los riesgos inmobiliarios y de los gobiernos locales".
Pese a ello, la subdirectora gerente del FMI opina que "un enfoque político más integral y equilibrado ayudaría a China a superar los obstáculos que enfrenta la economía". Sobre todo en áreas como el sector inmobiliario. En este sentido, comenta que "la actual corrección del mercado inmobiliario, necesaria para encaminar al sector hacia una trayectoria más sostenible, debe continuar".
Tal y como ha recordado Gopinath, las autoridades chinas "han implementado varias medidas bienvenidas para guiar la transición del mercado inmobiliario, incluidos anuncios recientes de políticas sobre apoyo crediticio para viviendas asequibles".
Pero en el FMI creen que un paquete de políticas "más integral" facilitaría una "transición eficiente y menos costosa, al tiempo que protegería contra riesgos a la baja". "La prioridad debería ser movilizar recursos del gobierno central para proteger a los compradores de viviendas pre-vendidas sin terminar y acelerar la finalización de las viviendas pre-vendidas sin terminar, allanando el camino para resolver a los promotores insolventes".
"Permitir una mayor flexibilidad de precios, al tiempo que se monitorean y mitigan los posibles efectos de contagio macrofinancieros, puede estimular aún más la demanda de vivienda y ayudar a restablecer el equilibrio", ha añadido la subdirectora gerente.
IMPORTANTES DESAFÍOS FISCALES
Gopinath también ha indicado que, bajo su punto de vista, "las políticas macroeconómicas de corto plazo deberían orientarse a respaldar la demanda interna y mitigar los riesgos a la baja", y además la política fiscal "debería dar prioridad a la prestación de apoyo financiero excepcional del gobierno central al sector inmobiliario".
Ha explicado que, excluyendo el paquete único para el sector inmobiliario, "una postura fiscal neutral en 2024 equilibraría las compensaciones entre apoyar la demanda interna, mitigar los riesgos de deflación y gestionar la dinámica de deuda desfavorable".
Además, ha remarcado que pese a que la flexibilización de la política monetaria implementada hasta ahora en 2024 "es bienvenida", lo cierto es que "la inflación moderada y el producto por debajo del potencial" muestran que "hay margen para una mayor flexibilización". Y es que "una mayor flexibilidad del tipo de cambio reduciría los riesgos de deflación y ayudaría a absorber los 'shocks' externos".
"China enfrenta importantes desafíos fiscales, especialmente para los gobiernos locales. Se necesita una consolidación fiscal sostenida a medio plazo para estabilizar la deuda, mientras que la reestructuración de la deuda insostenible de los vehículos financieros de los gobiernos locales puede ayudar a reducir las tensiones fiscales", ha apuntado la responsable del FMI.
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Gopinath también ha indicado que a pesar de que para abordar los elevados riesgos para la estabilidad financiera las autoridades chinas "se han centrado adecuadamente en abordar las vulnerabilidades en el sector inmobiliario, la deuda de los gobiernos locales y las instituciones financieras más pequeñas", aún hay más cosas que pueden hacer. Como por ejemplo, "fortalecer el marco de resolución bancaria y aplicar estrictamente normas prudenciales", lo que "ayudará a mejorar la estabilidad financiera y mitigar los riesgos".
"Lograr un crecimiento de alta calidad requerirá reformas estructurales para contrarrestar los obstáculos y abordar los desequilibrios subyacentes. Las prioridades clave incluyen reequilibrar la economía hacia el consumo fortaleciendo la red de seguridad social y liberalizando el sector de servicios para permitirle impulsar el potencial de crecimiento y crear empleos", ha apuntado la subdirectora gerente.
Tras ello, ha avisado de que si China usa políticas industriales para apoyar sectores prioritarios eso "puede llevar a una mala asignación de recursos internos y afectar potencialmente a los socios comerciales". Por eso cree que "reducir dichas políticas y eliminar las restricciones al comercio y la inversión aumentaría la productividad interna y aliviaría las presiones de fragmentación".
En este contexto, ha resaltado, "China debería continuar sus esfuerzos por fortalecer el sistema de comercio multilateral, en particular la OMC". Sobre todo, porque "China desempeña un papel importante y constructivo en el apoyo a la reestructuración de la deuda en países vulnerables y de bajos ingresos y en la promoción de la transición verde", ha concluido.