El Banco Central Europeo (BCE) introducirá un nuevo marco operativo para la política monetaria en septiembre de 2024 para convertir formalmente la tasa de depósito (DFR, pagada sobre las reservas bancarias) en la principal tasa de política. Algo que en Fitch Ratings consideran que "tiene como objetivo reducir la huella de mercado".
Sus pronósticos es que el DFR, actualmente en el 4%, será del 3,25% para finales de 2024 y del 2,5% para finales de 2025.
"El BCE planea reducir el diferencial entre el DFR y el tipo de las operaciones principales de financiación (MRO) de los actuales 50 puntos básicos a 15 el 18 de septiembre de 2024. Esto está diseñado para lograr un control estricto del tipo de interés a corto plazo y reducir el estigma asociado a la búsqueda de fondos de refinanciación del banco central", explica la agencia.
Añaden que "la intención es pasar del actual sistema mínimo de facto impulsado por la oferta (donde las reservas son abundantes y determinadas exclusivamente por el tamaño del balance del BCE) a un sistema impulsado por la demanda donde las reservas son menos amplias y hay un grado de escasez de reservas. El límite máximo se fijará en la OPF mediante operaciones de préstamo. Las autoridades del BCE también quieren reactivar las operaciones interbancarias a un día dentro del corredor de tipos de interés".
El DFR se convirtió en la tasa de política de facto durante el período de flexibilización cuantitativa (QE), cuando el BCE introdujo su marco de amplias reservas.
"Las reservas bancarias siguen siendo elevadas y nuestras proyecciones del balance del BCE muestran que no deberían volverse escasas hasta 2027. Sin embargo, la experiencia reciente muestra que la escasez de reservas puede afianzarse a niveles superiores a los esperados", dicen.
En algún momento, creen que el BCE tendría que empezar a aumentar las reservas bancarias nuevamente: "Si bien mantienen una cartera de bonos "estructurales", las autoridades del BCE se están inclinando más hacia el uso de operaciones de refinanciamiento para lograrlo, en lugar de comprar deuda de la eurozona, continuando así reduciendo la huella del mercado de bonos del eurosistema",concluyen.