- Los votantes se sienten utilizados y ven a las élites como depredadores
- Wolf defiende que los populistas no deben ganar
Las élites han visto aparecer una nueva amenaza en figuras populistas como Donald Trump o Marine Le Pen, que han sido capaces de convencer a los votantes que se sienten desencantados y abandonados por las élites políticas y económicas.
“Los perdedores tienen voto también”, recuerda Martin Wolf en un artículo publicado en Financial Times. Y si estos votantes “se sienten suficientemente engañados y humillados”, votarán por candidatos como Donald Trump, Marine Le Pen o Nigel Farage, políticos que combinan “el nativismo de la derecha dura, el estatismo de la izquierda dura y el autoritarismo de ambas”.
"Después de la crisis financiera y la lenta recuperación en los estándares de vida, ven las élites como incompetentes y depredadoras"
Pero lo que esto significa, por encima de todo, es un rechazo a las “élites que han dominado las vidas económica y cultural de su países: aquellos reunidos la semana pasada el Davos para el Foro Económico Mundial”. Según Wolf, las posibles consecuencias son aterradoras, por lo que considera que “las élites necesitan elaborar respuestas inteligentes”, aunque “puede que ya sea demasiado tarde para hacerlo”.
Las élites se han separado de las preocupaciones de los ciudadanos, convirtiéndose en lo que Wolf llama una “super élite global”, mientras los ciudadanos se sienten “utilizados y abusados”. “Después de la crisis financiera y la lenta recuperación en los estándares de vida, ven las élites como incompetentes y depredadoras. La sorpresa no es que muchos estén enfadados sino que muchos no lo estén”.
En este sentido, Wolf recuerda que la mayoría de la población mundial no ha visto mejoras en sus ingresos, ya que la mejora de la productividad no ha supuesto mejoras para los trabajadores. “Los frutos del crecimiento están concentrados en la parte superior”, señala. También apunta al incremento de la inmigración, que también ha beneficiado a las élites porque ha permitido a las empresas conseguir mano de obra.
LOS POPULISTAS NO DEBEN GANAR
El periodista señala que el discurso de estos líderes, en concreto el de Donald Trump, se disfraza como discurso conservador, pero es "hostil con la inmigración". "Estas posiciones atraen a sus partidarios porque entienden que tienen un activo valioso: su ciudadanía", explica.
Wolf alerta de que los populistas, como Trump y Le Pen, “no deben ganar”. “Conocemos esa historia: termina muy mal”. En el caso de Estados Unidos, advierte de que tendrá importantes consecuencias a nivel mundial. “El mundo necesita desesperadamente un liderazgo bien informado en Estados Unidos que el señor Trump no puede proporcionar. El resultado podría ser catastrófico”.
"Si las élites menosprecian las preocupaciones de la mayoría, ésta retirará su consentimiento"
Wolf considera que las élites ya están advertidas. “La derecha está corriendo grandes riesgos en cultivar la rabia popular como una manera de asegurar impuestos bajos, aumento de la inmigración y una regulación más débil”, al mismo tiempo que “las élites de la izquierda también están corriendo riesgos si están viendo sacrificar sus intereses y valores por una masa de ciudadanos que lucha por el relativismo cultural y un control de fronteras más laxo”.
Asimismo, recuerda que los países occidentales son democracias y “todavía proporcionan apuntalamientos legales e institucionales al orden económico mundial”. “Si las élites menosprecian las preocupaciones de la mayoría, ésta retirará su consentimiento a los proyectos de la élite”, advierte y alerta además de que "si los derechos de residencia, aún más de la ciudadanía, no están protegidos, este peligroso resentimiento crecerá", como ya lo ha hecho en muchos lugares.
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