En el comienzo de año, el comportamiento del sector manufacturero registró otra contracción, según el índice PMI publicado este lunes. Sin embargo, en esta ocasión fue a un ritmo más leve. Por su parte, las expectativas de crecimiento se fortalecieron en el primer mes de 2020. En cuanto al empleo, cae el ritmo más fuerte desde finales de 2013.
En concreto, el índice PMI del sector manufacturero español se mantuvo por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50 en enero, extendiendo el periodo actual de contracción de las condiciones operativas a ocho meses. No obstante, se situó en enero en 48,5, por encima del 47,4 registrado en diciembre, y señalando un ritmo de contracción leve y más lento, hecho que refleja principalmente unas caídas más débiles tanto de la producción como de los nuevos pedidos. Los últimos datos mostraron que la producción se redujo al ritmo más débil de ocho meses, en concordancia con la reducción más débil de los nuevos pedidos desde agosto de 2019.
La fragilidad de la demanda, tanto en el mercado nacional como extranjero, continuó siendo un tema comentado entre las empresas consultadas. La encuesta de enero señaló que las ventas de exportación disminuyeron por octavo mes consecutivo, ya que la persistente incertidumbre económica mundial tuvo un impacto en los nuevos pedidos.
La confianza empresarial con respecto al futuro mejoró en enero hasta su nivel más alto de siete meses
La caída de las ventas en el primer mes de 2020 significó que las empresas de nuevo pudieran concentrarse en los pedidos pendientes de realización. Los encuestados observaron una fuerte reducción de los trabajos por completar por noveno mes consecutivo. Asimismo, las empresas continuaron recortando el nivel de empleo en sus plantas. Enero marcó el noveno mes consecutivo de destrucción del empleo, y la tasa de contracción fue la más fuerte registrada por la encuesta en más de seis años.
Respecto a los precios, según los últimos datos, han bajado durante ocho meses consecutivos, aunque la última deflación se ha mantenido prácticamente igual que en diciembre. Las empresas optaron por repercutir la reducción de los costes a sus clientes a través de tarifas más bajas. Los descuentos de precios también reflejaron los esfuerzos por estimular las ventas y responder a un mercado profundamente competitivo.
Mientras, la confianza empresarial con respecto al futuro mejoró en enero hasta su nivel más alto de siete meses. Las empresas anunciaron planes para lanzar nuevos productos, impulsar las actividades comerciales y mejorar las instalaciones de las plantas a lo largo de los próximos doce meses. Se espera también que un repunte de las ventas respalde el crecimiento de la actividad en los próximos doce meses.
Desde Markit comentan que "el sector manufacturero de España permaneció sumido en territorio de contracción a principios de 2020, y la producción, los nuevos pedidos y las compras registraron declives en concordancia con los informes de un entorno empresarial decepcionante. En consecuencia, las empresas mantuvieron una mentalidad defensiva". Aunque añaden que, "teniendo todo esto en cuenta, los datos sobre las expectativas empresariales brindan cierta esperanza de mejores tiempos en adelante".