El Banco de España va a nombrar próximamente jefe de grupo dentro de la Dirección General de Supervisión a un ex alto cargo de Popular. Se trata de Luis Mohedano, quien fuera número dos de la Intervención de la entidad, el área que elaboraba las cuentas que, supuestamente, no reflejaban la magnitud de las pérdidas.
Mohedano es un técnico formado como consultor en McKinsey que en 2001 se incorporó al Banco de España, donde ocupó diversos cargos. Unos años más tarde, en 2007, comenzó a trabajar para Popular, donde fue el número dos de la Intervención General, el departamento responsable de las cuentas del banco y que dependía directamente del comité de dirección.
Según informan fuentes conocedoras del nombramiento, que aún no es oficial, Mohedano fue propuesto para ser el jefe del departamento de Intervención del Popular, pero lo rechazó porque no quería firmar las cuentas y terminó desplazado como director de Seguimiento de Negocio Internacional. Meses antes de la resolución del banco y antes de publicarse las cuentas correspondientes a 2016, que reflejaron unas pérdidas (récord hasta el momento) de 3.485 millones de euros, se produjo su salida del banco.
En el Banco de España, Mohedano ocupará el cargo de jefe de grupo dentro de la Dirección General de Supervisión, ahora liderada por Mercedes Olano, que fue nombrada hace tan solo un mes. La institución no ha querido hacer comentarios sobre la designación de Mohedano.
Según la jerarquía del Banco de España, por debajo de la directora general de Supervisión se encuentra un director adjunto, que a su vez manda sobre los departamentos de Inspección I, II, III y IV, cada uno con un jefe a cargo. Por debajo de estos directores de los departamentos de Inspección, se encuentran los coordinadores ejecutivos y, al mismo nivel, los jefes de grupo, cada uno de los cuales es responsable de la supervisión directa de una entidad. Estos jefes de grupo tienen a su cargo a los inspectores que siguen la evolución de los bancos. Uno de estos cargos es el que ocupará Mohedano.
CAMBIOS EN EL BANCO DE ESPAÑA
El de Olano no es el único nombramiento que se produce durante la nueva etapa del Banco de España, iniciada el pasado junio, cuando Pablo Hernández de Cos tomó las riendas de la institución. El nuevo gobernador ha designado desde su llegada a dos altos cargos, que se suman a la incorporación de la subgobernadora.
Entre las primeras decisiones que tomó Hernández de Cos a su llegada a la cúspide del Banco de España se encuentra la de poner a Óscar Arce, hasta el momento director general adjunto de Economía e Investigación, al frente de la Dirección General de Economía y Estadística, un cargo que él mismo dejó para ser gobernador. Arce, que pasó por la Oficina Económica del Presidente del Gobierno entre 2008 y 2009, ha ostentado diversos puestos en el Banco de España.
Meses después llegó el nombramiento de Mercedes Olano como máxima responsable de Supervisión. Olano se incorporó a la institución como técnico en 1987 y cuatro años después aprobó la oposición a inspectora de crédito y ahorro. En el Banco de España ha ocupado varios cargos de relevancia, como jefa de grupo (2011), coordinadora ejecutiva (2014) y directora del Departamento IV de Inspección (2017).
Olano sustituye en este puesto a Julio Durán, que se incorporó como director general de Supervisión en circunstancias extraordinarias, tras la dimisión en febrero de 2017 de Mariano Herrera, que lo dejó antes de finalizar su mandato al ser citado a declarar, junto con su director adjunto, Pedro Comín, y el director del departamento de Inspección IV, Pedro González, como investigado en la causa abierta por la Audiencia Nacional en relación con la salida a bolsa de Bankia. Ahora Herrera, que fue desimputado finalmente, será rescatado como director gerente del Fondo de Garantía de Depósitos.
No obstante, el nombramiento más importante tras el de Hernández de Cos fue el de su número dos, Margarita Delgado. Ambos sustituían a Luis María Linde y Javier Alonso, respectivamente. En el primer caso el relevo se produjo por fin de mandato, pero en el segundo porque Alonso, que fue nombrado tras la salida de Fernando Restoy había manifestado su intención de marcharse cuando lo hiciera Linde.