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Reuters

La recesión global está a la vuelta de la esquina. Este análisis lo comparten casi todos los expertos, pero hay más dudas respecto al impacto que tendrá sobre la economía. El último en pronunciarse al respecto ha sido el profesor de finanzas de la Universidad de Duke, Campbell Harvey, que intenta calmar los ánimos al señalar que la futura crisis no será tan grave como la que se vivió en 2008 tras la caída de Lehman Brothers.

Harvey es una voz autorizada en cuanto a crisis económicas se refiere. El profesor descubrió que la inversión de la curva de tipos estaba relacionada con las recesiones. Es decir, que si la rentabilidad del bono estadounidense a tres meses se sitúa por encima de la del bono a diez años durante, al menos, tres meses, hay que prepararse para tiempos económicos difíciles. Durante la investigación que finalizó en 1986, cotejó que la curva de tipos invertida había predicho siete recesiones desde 1950 y ha acertado otras tres veces desde entonces, como apunta la 'CNBC'.

En una entrevista con 'MarketWatch', ha explicado que los inversores no deben preocuparse demasiado porque la recesión será relativamente baja. Además, no llega sin previo aviso, por lo que la sociedad ya se está preparando. Eso sí, ha advertido que, aunque el impacto no será muy agresivo, los mercados de renta variable se resentirán. "Es ingenuo pensar que no habrá una reducción" en las acciones, ha puntualizado el experto.

Harvey también fue entrevistado en el canal de Youtube de 'The Compound', donde ha aconsejado "tener un plan a seguir en lugar de encontrarse en una situación en la que la recesión golpea y hay que improvisar". Los inversores, los dueños de las empresas y los consumidores tienen que haber captado el mensaje que la curva de tipos envió a finales de mayo y deben tomar medidas preventivas.

Es justo este motivo el que refuerza su teoría sobre una crisis más débil. En 2008 también se invirtió la curva de tipos, pero ahora las empresas están más prevenidas tras observar los últimos datos macroeconómicos de EEUU y pueden tomar decisiones. "Reduces un poco el gasto, pero evitas ese aterrizaje brusco y duro", ha destacado. "Es posible que la profecía autocumplida inyecte un nivel diferente de gestión de riesgos".

Una inversión de la curva de tipos pone en alerta a todos los expertos. De hecho, cuando el pasado 30 de mayo se produjo por última vez, algunas entidades ya advirtieron de los peligros que suponía. Una de ellas fue UBS, que apuntó como iba a provocar "una desaceleración de la economía y un riesgo que debe ser considerado por todos los inversores". También recordó que "las previsiones económicas se redujeron durante las siete últimas veces que se produjo una inversión de la curva". Y ya se ha visto que así ha sucedido.

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