El presidente de la Reserva Federal de Chicago, Charles Evans, considera que los tipos de interés deberán permanecer lo "suficientemente" altos como para desacelerar la economía. Las tasas seguirán subiendo hasta finales de este año y principios del próximo, según ha adelantado.
Durante una conferencia en la Asociación Nacional de Economía Empresarial pronunciada este lunes, Evans ha indicado que espera que la tasa de referencia de los fondos federales del banco central aumente un poco más del 4,5% a principios de 2023 y luego permanezca en ese nivel durante algún tiempo.
Asimismo, el banquero central también cree que este aumento de tipos, junto con el programa continuo de la Fed de reducir sus 8,8 billones de dólares en tenencias de activos, restringirá el crecimiento económico y suavizará el mercado laboral.
Durante su último cónclave monetario de septiembre, el banco central americano elevó los intereses un 0,75% por tercera reunión consecutiva, para situar el precio del dinero en EEUU en el 3%-3,25%, máximos desde 2008. Además, anticipó más subidas de entre el 1% y el 1,25% para final de año, hasta el 4%-4,5%, y señaló que los intereses se mantendrán en niveles del 4,6% a lo largo de 2023.
“Nuestro rápido ritmo de aumento de las tasas ha acelerado nuestra llegada a una postura tan restrictiva”, ha afirmado. En este sentido, ha justificado el ritmo tan rápido de subidas que han experimentado los tipos de interés alegando que éstos eran demasiado bajos.
No obstante, ha mostrado su preocupación ante las posibles consecuencias que este rápido endurecimiento monetario pueda acarrear a la economía estadounidense. “Exceder también es costoso, y existe una gran incertidumbre sobre cuán restrictiva debe volverse la política”. "Esto le da una gran importancia a la estrategia de llegar a un lugar donde la política pueda planificar para descansar y evaluar datos y desarrollos”.
Con respecto al mercado laboral, ha indicado que se ha vuelto menos optimista con que más trabajadores ingresen al mercado laboral, lo que reduce la posibilidad de que la Fed pueda disminuir la presión sobre los salarios sin desacelerar la demanda con unas tasas de interés más altas.
Evans ha defendido el trabajo llevado a cabo por la Reserva Federal, ya que la economía actualmente está registrando “un aumento generalizado de las presiones inflacionista que la política monetaria debe abordar”. Sin tasas de interés más altas para desacelerar el gasto, la contratación y la inversión, "la inflación bajará un poco, pero no cerca de nuestro objetivo del 2%", ha concluido.