le deficit commercial de la zone euro a presque double en avril

La actividad económica de la zona euro siguió indicando un sólido deterioro de las condiciones económicas en noviembre. La desaceleración se extendió hasta su sexto mes y el mercado laboral finalmente sucumbió al lastre, según el índice PMI. En concreto, el sector servicios mostró una continuación del declive de la actividad que empezó el pasado mes de agosto.

El índice PMI compuesto de actividad total de la zona euro, ajustado estacionalmente, registró una lectura inferior a 50 por sexto mes consecutivo en noviembre, indicando una nueva reducción mensual de los niveles de actividad total del sector privado de la zona euro.

Si bien la última lectura de 47,6 fue superior a la mínima de treinta y cinco meses registrada en octubre (46,5) y la más alta desde el pasado mes de julio, siguió indicando un sólido deterioro de las condiciones económicas.

La demanda de productos y servicios de la zona euro siguió siendo un importante lastre para la actividad empresarial en noviembre. Los nuevos pedidos cayeron por sexto mes consecutivo, aunque al ritmo más débil desde julio pasado. Los nuevos pedidos recibidos en el sector manufacturero continuaron cayendo a un ritmo más pronunciado que la demanda de servicios.

La demanda de clientes extranjeros volvió a disminuir en noviembre. Los nuevos pedidos recibidos de fuentes del exterior cayeron drásticamente y por vigésimo primer mes consecutivo. Al igual que ha ocurrido con el volumen de nuevos pedidos en total, los resultados de las ventas de exportación fueron considerablemente peores para los fabricantes que para las empresas del sector servicios.

La caída de los nuevos pedidos recibidos llevó a las empresas de la zona euro a hacer nuevos avances en sus pedidos por completar en el último periodo de la encuesta. Como resultado, en noviembre los pedidos pendientes en el sector privado cayeron fuertemente y por octavo mes consecutivo. Las débiles condiciones de la demanda, junto con la caída de los niveles de pedidos pendientes de realización, claramente tuvieron un impacto en el deseo de las empresas de contratar personal, ya que el empleo cayó por primera vez en casi tres años. No obstante, la caída en el número de dotación de personal reflejó exclusivamente la pérdida de empleo en el sector manufacturero, ya que las empresas de servicios registraron una nueva expansión, aunque más lenta, de la capacidad de personal.

Mientras tanto, los datos de la encuesta de noviembre indicaron una ligera intensificación de las presiones de los precios en la zona euro. Los precios de los insumos aumentaron fuertemente y al ritmo conjuntamente más rápido desde mayo pasado (igual que el registrado en septiembre). El sector servicios volvió a ser la raíz de la inflación de los costes de los insumos, ya que los gastos de los fabricantes continuaron disminuyendo. Del mismo modo, una disminución de las ofertas brindadas por el sector manufacturero, junto con una fijación de precios ligeramente más agresiva por parte de las empresas de servicios, hicieron que la tasa general de inflación de los precios cobrados aumentara en noviembre.

Por último, aunque las expectativas de crecimiento aumentaron ligeramente en noviembre, el nivel general de sentimiento positivo fue moderado en comparación con los estándares históricos.

Por países, las cuatro economías más grandes de la zona euro registraron contracciones de la actividad empresarial en noviembre. Francia siguió siendo el país con el peor resultado, con una caída de la actividad total a un ritmo apenas más débil que el récord de casi tres años registrado en septiembre. Las desaceleraciones observadas en Alemania e Italia se ralentizaron frente a octubre, mientras que la actividad total en el sector privado español se contrajo por primera vez desde agosto pasado. Irlanda fue el único país de la zona euro cubierto por el estudio que registró una expansión de la actividad total.

"Las narrativas del sector servicios en las cuatro principales economías de la zona euro fueron variadas. El sector servicios de España mantuvo un ritmo de crecimiento moderado, Francia experimentó una rápida contracción, mientras que Alemania e Italia se encuentran sumidas en el estancamiento. La dinámica contrastante muestra que Francia, la segunda economía más grande, es la que está provocando el mayor declive en el resultado general del sector servicios de la zona euro", comentan en Hamburg Commercial Bank.

DECLIVE DEL SECTOR SERVICIOS

En cuanto al sector servicios, el índice PMI registró 48,7, manteniéndose por debajo del nivel de 50 que separa el crecimiento de la contracción en noviembre. Esta cifra fue ligeramente superior a la de 47,8 registrada en octubre, aunque de todas formas, mostró una continuación del declive de la actividad del sector de servicios que empezó el pasado mes de agosto.

Los nuevos pedidos recibidos cayeron por quinto mes consecutivo a mediados del cuarto trimestre. Aunque el ritmo de declive fue el más lento en tres meses, fue sólido en general y superó el de la actividad. El lastre en la actividad provocado por la caída de los nuevos pedidos se vio una vez más parcialmente aliviado por los trabajos pendientes, que cayeron aún más en noviembre. La tasa de reducción fue moderada y estuvo ampliamente en concordancia con la tendencia observada desde julio pasado.

La inflación se mantuvo persistente en la economía del sector servicios de la zona euro en noviembre y los ritmos de incremento tanto de los precios de compra como de los precios de venta aumentaron ligeramente durante el mes.

Por último, la confianza empresarial retomó la tendencia a la baja observada durante la mayor parte de 2023 hasta la fecha. Las expectativas de crecimiento de las empresas para los próximos doce meses fueron débiles según los estándares históricos.

POCO MARGEN PARA EL OPTIMISMO

Desde Hamburg Commercial Bank señalan que "la modesta mejora del índice de actividad no deja mucho margen para el optimismo respecto de una rápida recuperación en el futuro inmediato. El sombrío panorama se ve reforzado por la quinta contracción mensual consecutiva de los nuevos pedidos, aunque la disminución de noviembre se produjo a un ritmo ligeramente más lento. En consecuencia, las expectativas empresariales fueron moderadas, permaneciendo muy por debajo del promedio a largo plazo y mostrando una ligera caída".

Según su estimación en tiempo real del Producto Interior Bruto (PIB), teniendo en cuenta los últimos indicadores del PMI, se prevé una caída para el cuarto trimestre: "Si dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo definen una recesión, actualmente nos encontramos al borde del abismo".

Añaden que "las empresas del sector servicios se enfrentan a un rompecabezas de precios. Mientras que la demanda deprimida exige recortes de precios para despertar el interés, la inflación incómodamente alta de los precios de los insumos requiere un aumento para evitar pérdidas. Actualmente, las empresas están optando por esta última opción, pero la estrategia no está exenta de riesgos. Los retrocesos de los consumidores ante el aumento de los precios podrían intensificarse, lo que reduciría aún más el apetito por los servicios al consumidor".

Desde la perspectiva del Banco Central Europeo (BCE), "la persistencia de un fuerte poder de fijación de precios por parte de las empresas de servicios en medio de una desaceleración económica es preocupante. Significa que el endurecimiento de las condiciones monetarias se enfrenta a ciertas dificultades para lograr el impacto deseado sobre la inflación. El BCE se enfrenta a una decisión fundamental: continuar con las subidas de los tipos de interés o confiar en la transmisión continua de estas subidas a los precios. Por el momento, los indicios sugieren una fuerte inclinación hacia la última opción", concluyen.

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