La última encuesta del PMI de octubre muestra que la economía de la eurozona se encamina a una recesión invernal. El sector privado registró una contracción por cuarto mes consecutivo al comienzo del cuarto trimestre del año, siendo el ritmo de declive el más pronunciado en casi dos años.
Así, el índice PMI compuesto de actividad total de la zona euro, elaborado por S&P Global y ajustado estacionalmente, se situó por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50, que separa el crecimiento de la contracción, y cayó de 48,1 registrado en septiembre a 47,3, su nivel más bajo desde noviembre de 2020.
En general, dicho declive señaló una contracción de la actividad total en la zona euro y, excluyendo el período de la pandemia, fue el más fuerte desde abril de 2013. La desaceleración reflejó contracciones más intensas tanto en el sector manufacturero como en el sector servicios, y el lastre más significativo provino del sector manufacturero.
"Después de que los datos del PMI, al igual que los datos oficiales del PIB, revelaran un tercer trimestre débil, los resultados de la última encuesta del PMI de octubre sugieren que la economía de la zona euro se dirige hacia una recesión invernal. La alta inflación está frenando la demanda y perjudicando la confianza empresarial. Los temores de que la crisis energética pueda intensificarse durante el período invernal también están aumentando la incertidumbre y afectando la toma de decisiones", señalan en S&P Global Market Intelligence.
Según las empresas encuestadas, la actividad económica se vio afectada por una débil demanda, en parte debido a que los clientes restringieron sus gastos de cara a la inflación generalmente alta. Según se comentó, las desafiantes condiciones económicas mundiales también llevaron a que los niveles de actividad total se contrajeran.
En general, los nuevos pedidos recibidos por las empresas de la zona euro cayeron por cuarto mes consecutivo en octubre. Las condiciones generalmente débiles de la demanda subyacente fueron un factor responsable de la disminución de las ventas. Según los colaboradores del estudio, los altos precios de los productos y servicios llevaron a los clientes a reducir sus gastos. La disminución de los nuevos pedidos en el sector manufacturero fue significativamente más fuerte que la caída de los nuevos pedidos en el sector servicios. Los nuevos pedidos de clientes extranjeros también se desplomaron considerablemente en octubre.
La reducción de los nuevos pedidos llevó a las empresas de la zona euro a canalizar el exceso de capacidad para cumplir con los pedidos pendientes. Las cargas de trabajo por realizar cayeron por cuarto mes consecutivo en octubre. Dicho declive fue impulsado exclusivamente por los fabricantes, ya que los volúmenes de pedidos pendientes aumentaron marginalmente en el sector servicios.
Como reflejo de los continuos desafíos a los que se enfrentan las empresas de la zona euro para crecer, el nivel de confianza en las perspectivas aumentó solo levemente desde su mínima de casi dos años y medio registrada en septiembre. La inflación persistentemente alta, la crisis energética, la desaceleración económica prolongada y el aumento de los tipos de interés fueron mencionados por las empresas encuestadas como motivos de pesimismo para los próximos doce meses.
Aunque los indicadores de la encuesta destacaron el empeoramiento de las condiciones económicas en la zona euro en octubre, a juzgar por los datos del índice PMI, los niveles de empleo en general aumentaron por vigésimo primer mes consecutivo. La tasa de creación de empleo fue relativamente sólida en general, pero se encuentra entre las más débiles observadas en el último año y medio.
En octubre se registraron nuevamente presiones de costes elevadas, reflejando los altos gastos operativos debido a la energía, los salarios, el transporte y ciertas materias primas. La tasa de inflación de los precios de los insumos disminuyó desde su máxima de tres meses registrada en septiembre, pero se mantuvo más fuerte que en la mayoría de los meses observados antes de 2022. En respuesta, los precios de venta aumentaron, aunque en menor grado que en septiembre.
Por países, las tendencias económicas empeoraron. Aunque Irlanda y Francia experimentaron un aumento de los niveles de actividad total del sector privado, sus ritmos de crecimiento se ralentizaron desde septiembre. En el resto de los países el panorama es sombrío, ya que España, Italia y Alemania señalaron contracciones de la actividad total. Alemania volvió a registrar el peor resultado en octubre, ya que los últimos datos de la encuesta indicaron el deterioro más rápido de su economía desde mayo de 2020.
EL SECTOR SERVICIOS SE CONTRAE POR TERCER MES CONSECUTIVO
Por su parte, el índice PMI de actividad comercial del sector servicios de la zona euro cayó de 48,8 registrado en septiembre a 48,6 en octubre, indicando una contracción de la actividad del sector servicios por tercer mes consecutivo. El ritmo de declive fue el más rápido desde febrero de 2021, aunque fue leve en general.
Los niveles de actividad disminuyeron debido a una demanda más débil. El nivel de nuevos pedidos recibidos por las empresas de servicios de la zona euro cayó por cuarto mes consecutivo en octubre. Al igual que ha ocurrido con la actividad, el ritmo de contracción fue el más fuerte desde febrero de 2021. No obstante, en octubre se puso a prueba la capacidad, hecho subrayado por un aumento de las cargas de trabajo. Pese a ello, la tasa de acumulación de los pedidos pendientes fue sólo marginal.
Las empresas del sector servicios continuaron contratando más personal al comienzo del cuarto trimestre, y la tasa de creación de empleo se mantuvo más alta que la observada en promedio en la historia del estudio. Hubo un ligero repunte en las expectativas empresariales, aunque el nivel de confianza en las perspectivas fue el segundo más débil desde mayo de 2020.
Por último, los costes operativos del sector servicios aumentaron de nuevo a un ritmo acelerado en octubre, y las empresas optaron por repercutirlos, al menos en parte, a los clientes, subiendo las tarifas cobradas. Dicho esto, las tasas de inflación se desaceleraron en ambos casos.
¿CAMBIO DE OPINIÓN DEL BCE?
"El pesimismo fue común en los principales sectores, como consecuencia de la alta inflación, la crisis energética, las expectativas de recesión y el endurecimiento de la política monetaria" y "los datos sugieren que la eurozona se encamina hacia una recesión este invierno, en medio de una inflación elevada que afecta el poder adquisitivo y los altos costes de energía y producción que frenan la fabricación", coinciden en Oxford Economics.
A pesar de todos estos datos, S&P Global Market Intelligence cree que "el Banco Central Europeo (BCE) querrá continuar con el ajuste monetario para contener la inflación. Los datos del índice PMI de octubre sugieren que las presiones inflacionistas se mantuvieron extremadamente elevadas en la zona euro. Sin embargo, observamos algunos tonos moderados en la retórica que rodea la decisión de la política monetaria del BCE de octubre, lo que demuestra claramente que el Consejo de Gobierno está preocupado por el rápido deterioro de las perspectivas económicas".
"Un empeoramiento sustancial de las condiciones económicas en los próximos meses puede hacer que los responsables de política monetaria tengan que tomar una decisión difícil con respecto al rumbo del ajuste monetario, por temor a que sea demasiado agresivo y prolongue la desaceleración", señalan.
Mientras, los analistas de Pantheon Macroeconomics apuntan que "la revisión al alza del PMI compuesto no cambia la imagen de una caída cada vez más intensa en la eurozona. El índice aún apunta a una cuarta caída mensual consecutiva en la producción del sector privado y sigue siendo coherente con la caída absoluta del PIB de la zona euro en el cuarto trimestre".