La crisis energética a la que tendrá que hacer frente Europa en las próximas semanas no tiene precedentes y supone un gran riesgo para la región, señalan los analistas de Natixis IM Solutions, que creen que la eurozona entrará en recesión ya en el cuarto trimestre de este año. Además, prevén un que se producirá un racionamiento energético, y que la contracción de la actividad se prolongará mientras dure.
Aunque las reservas estratégicas de gas se han reabastecido, apuntan Mabrouk Chetouane y Nicolas Malagardis, estrategas globales de mercados de Natixis IM Solutions (de la gestora de fondos Natixis Investment Managers).
Como explican, los términos de intercambio -la relación entre los precios de exportación y los precios de importación- de la eurozona nunca han sido tan débiles, "lo que implica que la competitividad externa de la región se ha deteriorado considerablemente". Y creen que este hecho adicional también pesará sobre la capacidad de la zona para recuperarse.
De momento, destacan que la actividad europea "resiste contra viento y marea", al igual que las tasas de utilización de la capacidad, que se han mantenido estables en toda la región. "Las cifras de crecimiento para el tercer trimestre deberían ser relativamente buenas, impulsadas por un fuerte sector de servicios".
Sin embargo, creen importante resaltar que este indicador muestra fuertes disparidades geográficas. "La situación de la economía alemana es ciertamente motivo de preocupación. El índice IFO muestra que la situación económica del país es al menos tan mala como la de marzo-abril de 2020, particularmente la de su sector manufacturero".
Añaden también que la crisis energética y las dificultades en China se encuentran entre los principales factores que lastran el motor económico de Europa.