La economía de la zona euro se acerca a la paralización debido a que la recesión en el sector manufacturero se ha intensificado a finales del tercer trimestre. En septiembre, la demanda de productos y servicios se redujo al ritmo más rápido de más de seis años, mientras que la producción cayó al ritmo más intenso desde 2012. Según los datos del índice PMI, supone la expansión más débil de la actividad total desde junio de 2013.
En concreto, el Índice PMI Compuesto de la Actividad Total, elaborado por la consultora Markit cayó a 50,4 en septiembre, frente a 51,9 registrado en agosto, registrando mínimos de los últimos setenta y cinco meses. La Actividad Comercial del sector servicios se situó en 52, en comparación con 53,5 de agosto, señalando mínimos de los ocho últimos meses. Mientras, el PMI del sector manufacturero descendió a 45,6 desde 47 de agosto, el nivel más bajo en los últimos ochenta y tres meses.
El deterioro actual de la situación empresarial fue acompañado de una continuación del pesimismo respecto a las perspectivas futuras. Las expectativas para los próximos doce meses siguieron estancadas en uno de los niveles más bajos desde 2012, aumentando ligeramente frente al nivel de agosto. La encuesta revela una persistente preocupación sobre las guerras comerciales y las tensiones geopolíticas, especialmente el Brexit, que exacerba la inquietud respecto del posible empeoramiento de las perspectivas de crecimiento económico y demanda, tanto a nivel nacional como mundial.
La encuesta revela una persistente preocupación sobre las guerras comerciales y las tensiones geopolíticas, especialmente el Brexit
Puesto que el nivel de nuevos pedidos se ha reducido y las expectativas están atascadas cerca de sus mínimos de siete años, en septiembre se ha observado una mayor reticencia a contratar personal nuevo. El empleo aumentó al ritmo más lento desde enero de 2015 y la tasa de creación de empleo se atenuó por tercer mes consecutivo. El sentimiento respecto a los próximos doce meses en el sector manufacturero cayó hasta mínimos desde 2012, contribuyendo a un nuevo recorte del empleo en las fábricas, que se produjo al ritmo más intenso desde abril de 2013.
El panorama de deterioro de septiembre fue impulsado por una creciente desaceleración del sector manufacturero, donde la producción cayó por octavo mes consecutivo y el ritmo de declive se aceleró hasta el más intenso desde diciembre de 2012. Los pedidos recibidos en el sector manufacturero se redujeron al ritmo más intenso desde julio de 2012, indicando que el declive de la producción puede cobrar más impulso en el cuarto trimestre del año.
Una de las novedades claves de los últimos meses ha sido la expansión del deterioro más allá del sector manufacturero. Con excepción del débil crecimiento observado a principios de año, que reflejó en parte los disturbios relacionados con las protestas en Francia, la expansión del sector servicios en septiembre fue la menor desde diciembre de 2014.
Mientras tanto, el crecimiento de la actividad total y los nuevos pedidos en Francia se ralentizó hasta mínimos de cuatro meses, impulsado por un renovado deterioro de las exportaciones. El crecimiento del sector servicios se ha deteriorado hasta su menor nivel desde mayo pasado, mientras que la producción manufacturera ha caído por octava vez en los doce últimos meses, aunque el declive ha sido apenas marginal. En el resto de la zona euro, el crecimiento también se ha moderado, alcanzando mínimos desde noviembre de 2013. Los fabricantes sufrieron la mayor caída de la producción desde mayo de 2013, que fue la cuarta caída mensual consecutiva, mientras que el crecimiento de la actividad del sector servicios se ha atenuado hasta el nivel más bajo en cuatro meses.
Desde Markit comentan que "la creciente desaceleración en el sector manufacturero muestra nuevos indicios de extenderse hacia el sector servicios". "El sector productor va de mal en peor, al sufrir su mayor desaceleración desde 2012, pero otra tendencia alarmante es la expansión del malestar hacia el sector servicios, donde la tasa de crecimiento se ha ralentizado hasta una de las más débiles desde 2014". Añaden que "los datos del estudio sugieren que los riesgos se inclinan hacia una contracción de la economía en los próximos meses". Así, "la presión aumentará para que el Banco Central Europeo (BCE) incremente su paquete reciente de medidas de estímulo".