- Ambas partes hablan de potenciar el espíritu constructivo para mantener las buenas relaciones
- Reino Unido ha convocado elecciones anticipadas para el próximo 8 de mayo
La salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) ya es un hecho. Aunque parecía que la situación seguiría dilatándose indefinidamente en el tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que el referéndum en el que los británicos apoyaron el ‘Brexit’ se celebró el 23 de junio de 2016 y que no se había producido ningún movimiento, la primera ministra Theresa May decidió dar un paso al frente el pasado 29 de marzo presentando la carta en la que invocaba el artículo 50 del Tratado de Lisboa, que regula el proceso para abandonar el club europeo. Ahora los 27 se reúnen para fijar las líneas a seguir en las negociaciones con su hasta ahora socio.
Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, asegura que la UE permanecerá “unida” en este proceso para “preservar sus intereses”
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha convocado para este sábado una reunión extraordinaria con todos los Estados miembros de la UE para acordar las directrices que guiarán las negociaciones del ‘Brexit’. Como explica el propio organismo en su página web, estas directrices “definirán el marco de las negociaciones y establecerán las posiciones y principios generales de los 27 durante las negociaciones”.
Hay que recordar que Tusk ya presentó a los Estados miembros el pasado 31 de marzo, dos días después de recibir la carta firmada por May en la que pedía que se iniciase el proceso para abordar la salida de Reino Unido de la UE, un documento con una serie de propuestas sobre las líneas a seguir en las negociaciones. Sobre esta base de cuatro propuestas se va a trabajar este sábado.
“La UE de los 27 no seguirá un enfoque punitivo del ‘Brexit’, que ya es en sí bastante punitivo. Tras más de cuarenta años unidos, nos debemos el uno al otro a hacer todo lo que esté en nuestras manos para hacer este divorcio lo más suave posible”, dijo Tusk en la rueda de prensa en la que anunció el envío del mencionado documento y la reunión extraordinaria del Consejo Europeo de este 29 de abril. También aseguró que la Unión Europea permanecerá “unida” en este proceso para “preservar sus intereses”, sobre todo porque hay un objetivo claro: “Minimizar el coste que tendrá el ‘Brexit’ para los ciudadanos, las empresas y los Estados miembros de la UE”.
Pero en el texto Tusk no hablaba sólo de “controlar los daños”, sino también de pensar en los europeos que viven, trabajan y estudian en el Reino Unido y que seguirán haciéndolo tras el ‘Brexit’, así como trabajar para “evitar un vacío jurídico” que deje a las empresas en el limbo una vez que Reino Unido abandone la UE y, por tanto, las leyes del club europeo ya no se apliquen en el país.
Asimismo, el presidente del Consejo Europeo abogaba por asegurarse de que Reino Unido “honra” los compromisos financieros y las obligaciones que ha asumido como Estado miembro de la UE (la ‘factura’ del divorcio se estima en unos 60.000 millones de euros), e insistía en que sólo tras acordar cómo será la marcha se podrá hablar de cómo será la relación futura con los británicos, tanto económica como en materia de seguridad, dejando claro que no va a haber conversaciones paralelas como pide Reino Unido.
CONVERSACIONES DIFÍCILES Y COMPLEJAS
Tusk ya adelantaba que las conversaciones entre ambas partes, que por ley sólo podrán durar dos años, serán “difíciles, complejas y a veces incluso conflictivas”, y eso es algo que no se puede evitar. Precisamente por eso el presidente del Consejo Europeo ha acordado con la ‘premier’ británica, Theresa May, mantener un contacto cercano y regular durante todo el proceso.
Precisamente, ahí se enmarca la cita que mantuvo este miércoles en el número 10 de Downing Street la propia Theresa May con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y con Michael Barnier, excomisario francés que fue designado por el jefe del ejecutivo comunitario como la persona responsable de liderar y preparar las negociaciones del ‘Brexit’. Una cita a la que también asistió el ministro británico para el ‘Brexit’, David Davis, y en la que se exploraron las “líneas rojas” del proceso apenas unos días antes de la cumbre de este sábado.
Ambas partes pretenden llevar a buen puerto las negociaciones hasta la total consumación del 'Brexit', previsto para marzo del 2019
Se trata de una primera toma de contacto para tomar el pulso a la situación, dado que las negociaciones formales no empezarán hasta después del 8 de junio, cuando se han convocado elecciones generales anticipadas en Reino Unido. May propuso hace apenas una semana celebrar unos nuevos comicios para que, de cara al inicio de las negociaciones del ‘Brexit’, los británicos pudiesen elegir quién debe liderar el proceso. Sin embargo, hay quien apunta que, en realidad, lo que pretende la primera ministra es reforzarse, sobre todo teniendo en cuenta los resultados de las encuestas, que dicen que ganaría cómodamente y que su oponente más directo, el líder del partido Laborista, Jeremy Corbyn, se quedaría a más de 20 puntos porcentuales de diferencia.
La campaña electoral arranca el próximo martes en Reino Unido y estará marcada por el ‘Brexit’. Ambas partes insisten en potenciar el espíritu constructivo durante las negociaciones, que pretenden llevar a buen puerto hasta la total consumación del proceso, previsto para marzo del 2019. Tusk ha hablado en varias ocasiones de una “retirada ordenada” y de que la UE se va a esforzar para encontrar un acuerdo que satisfaga a todos. Habrá que ver cómo se desarrollan las conversaciones.