Día importante para el futuro del dinero en la zona euro. El Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que seguirá adelante con el euro digital, en un momento en que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC por sus siglas en inglés) están en el punto de mira de gobiernos y reguladores monetarios de todo el mundo -un 80% trabaja en ellas-. Para la entidad dirigida por Christine Lagarde, dar luz verde a la siguiente fase significa que el instituto emisor entrará en un período de exploración de este ecosistema que durará unos dos años.
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El BCE reconoce que se arriesga a perder el control y su autonomía sin el euro digital"Han pasado nueve meses desde que publicamos nuestro informe sobre el euro digital. En ese tiempo, hemos llevado a cabo nuevos análisis, hemos recabado la opinión de ciudadanos y profesionales y hemos realizado algunos experimentos, con resultados alentadores. Todo ello nos ha llevado a decidir dar un paso adelante y poner en marcha el proyecto del euro digital", ha afirmado la presidenta del BCE, Christine Lagarde. "Nuestro trabajo pretende garantizar que en la era digital los ciudadanos y las empresas sigan teniendo acceso a la forma más segura de dinero, el dinero del banco central".
El nuevo dinero "cambiará la vida de la gente de una manera muy íntima", dijo Lagarde a 'Bloomberg' Television el domingo. "Lo que hemos escuchado de la gente es que quiere que se proteja la privacidad. Pero al mismo tiempo tenemos que asegurarnos de que no está acelerando el blanqueo de dinero o la financiación del terrorismo, así que en todos y cada uno de los aspectos tenemos que encontrar el equilibrio adecuado”, agregó.
La fase de investigación durará 24 meses y tendrá como objetivo abordar cuestiones clave relativas al diseño y la distribución. Un euro digital debe ser capaz de satisfacer las necesidades de los europeos y, al mismo tiempo, contribuir a prevenir las actividades ilícitas y evitar cualquier impacto indeseable sobre la estabilidad financiera y la política monetaria. Esto no prejuzga ninguna decisión futura sobre la posible emisión de un euro digital, que vendrá más adelante. En cualquier caso, un euro digital complementaría el efectivo, no lo sustituiría, afirma la entidad en un comunicado.
Estas labores son el paso previo a que los ciudadanos de la eurozona tengan en sus bolsillos, al menos virtuales, una moneda única en formato criptográfico, presumiblemente, hacia mediados de esta década, lo que requerirá una nueva decisión del Consejo de Gobierno del instituto emisor. Los representantes del banco central también han asegurado que "se trabajará en sintonía con el resto de instituciones europeas" en este proyecto.
"Nos comprometeremos con el Parlamento Europeo y otros responsables europeos y les informaremos periódicamente de nuestras conclusiones. También participarán los ciudadanos, los comerciantes y el sector de los pagos", afirma Fabio Panetta, miembro del Consejo del BCE y presidente del Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre el euro digital.
Hasta este momento, el supervisor monetario europeo ha desarrollando un modelo teórico y tecnológico en el que se podría basar la futura moneda. Y debe ser "un complemento y no un sustituto" del euro tal y como lo conocemos, en palabras de Mayte Arráez, adjunta de la división de apoyo a infraestructuras de mercado del BCE. A este punto se ha llegado tras un proceso que se inició en octubre de 2020, cuando el organismo dio a conocer las primeras pistas acerca de la creación de un euro digital. En enero de 2021 se dieron a conocer los resultados de una encuesta pública del BCE sobre el euro digital. Recibió más de 8 mil respuestas en tres meses.
Ahora que el BCE sigue la senda que se ha venido marcando, seguirá los pasos de China, donde se han iniciado pruebas en varias ciudades de un e-yuan. Las islas del Caribe oriental que comparten un banco central, como Granada y San Cristóbal y Nieves, ya han lanzado su propia moneda digital. La Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra están estudiando las posibilidades para sus economías.
Según el informe del BCE, esta iniciativa también podría impulsar el alcance internacional del euro si se diseña centrándose en la seguridad, los bajos costes de transacción y la compatibilidad con otros servicios.
Según los investigadores del BCE, "fomentar el papel internacional del euro no es la principal motivación para emitir un euro digital". "Sin embargo, si se permitiera el uso de un euro digital en los pagos transfronterizos -una decisión que aún está por tomar- esto también tendría implicaciones para el papel internacional del euro".
En cuando al euro digital, la página web del BCE dice que un euro digital sería "como los billetes, pero digital". En realidad, una característica clave de los billetes y las monedas -la capacidad de realizar pagos que son simultáneamente anónimos y fuera de línea- será difícil de replicar. "Un euro digital no sustituiría al efectivo, sino que lo complementaría", ha asegurado el BCE en diversas ocasiones.
EL ROL DE LOS BANCOS
Entre los mayores riesgos que se barajan, según expertos, uno de los escenarios es que los clientes trasladen sus depósitos a la seguridad percibida del BCE en caso de crisis, lo que supondría una huída bancaria digital. Para reducir ese riesgo, Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo, ha sugerido que se establezca un límite de unos 3.000 euros digitales (3.550 dólares) que pueda tener cualquier persona, o que se apliquen tipos de interés profundamente negativos por encima de ese nivel para desalentar las grandes tenencias.
En este sentido, el BCE ha aclarado que la fase de investigación "evaluará el posible impacto de un euro digital en el mercado, identificando las opciones de diseño para garantizar la privacidad y evitar riesgos para los ciudadanos de la zona del euro, los intermediarios y la economía en general". También definirá "un modelo de negocio para los intermediarios supervisados dentro del ecosistema del euro digital", prosigue, por lo que un grupo consultivo del mercado "tendrá en cuenta las opiniones de los posibles usuarios y distribuidores de un euro digital durante la fase de investigación". "Estos puntos de vista también serán debatidos por el Consejo de Pagos Minoristas del Euro", remata el comunicado oficial del 14 de julio.