Rishi Sunak será el nuevo primer ministro del Reino Unido. Así lo han decidido los miembros del Partido Conservador quienes, tras una rápida elección después de la dimisión de Liz Truss, se han decantado por el excanciller de Finanzas. Penny Mordaunt, la otra candidata, se ha retirado de la contienda en el tramo final al no lograr los avales necesarios.
El próximo inquilino del número 10 de Downing Street tiene por delante la difícil tarea de superar la profunda crisis económica en la que se encuentra sumida Reino Unido, provocada por el 'minipresupuesto' elaborado por la anterior Administración, que originó que los mercados bursátiles se agitaran, la libra esterlina se desplomase y el Banco de Inglaterra se viera obligado a intervenir con una operación de compra de bonos de emergencia.
El hecho de que Sunak haya sido ministro de Finanzas, pone de manifiesto el compromiso del nuevo Gobierno del Reino Unido de estabilizar las finanzas públicas "contribuyendo así a tranquilizar a los mercados sacudidos por el 'minipresupuesto' de hace un mes, considera Eiko Sievert, director de calificaciones del sector público y soberano de Scope Rating.
Sin embargo, tendrá que tomar decisiones difíciles como primer ministro y las opciones que tiene sobre la mesa no son fáciles, dado el difícil contexto macroeconómico.
“Estabilidad, estabilidad, estabilidad. Tres palabras que tras las últimas semanas han cobrado una enorme importancia y siguen a la vanguardia de lo que necesita la economía británica en estos momentos. La credibilidad se gana con dificultad y se pierde fácilmente, y el hecho de que el nuevo primer ministro haya probado suerte desde el escritorio en el número 11 jugará un papel importante en el fortalecimiento de la confianza", destaca Danni Hewson, analista financiero de AJ Bell.
Poco después del anuncio de la victoria de Sunak, la divisa británica subía hasta los 1,1326 dólares, para después relajarse hasta los 1,1301 dólares.
La volatilidad de la libra pone al descubierto la "enorme tarea que tiene por delante", indica Hewson. “Los mercados han señalado que Rishi Sunak tendrá tiempo para cumplir, con la caída de los rendimientos de los gilt y la economía británica teniendo una tentativa segunda oportunidad para volver a la normalidad. Pero no se puede escapar de la escala del desafío que enfrenta el nuevo primer ministro. Las últimas semanas han dejado a la economía del Reino Unido gravemente magullada".
El Gobierno de Sunak tendrá que aplicar una combinación de recortes de gastos y subidas de impuestos que reducirá las perspectivas de crecimiento económico a corto plazo. "Se arriesgan a resultar políticamente impopulares con las alas influyentes del Partido Conservador y con los votantes que tratan de hacer frente al aumento del coste de la vida. Dado que las limitaciones del comercio británico tras el Brexit dificultan el crecimiento futuro, será importante un periodo de estabilidad política para que el Reino Unido restablezca su credibilidad fiscal y permita un entorno más estable que respalde la inversión empresarial", apunta Sievert.
La crisis energética y una posible recesión ponen contra las cuerdas a la economía del país británico. “Todo el mundo en el Reino Unido se enfrenta a facturas de energía más altas en este momento y el borde del precipicio de la próxima primavera se sentirá demasiado cerca para sentirse cómodo. La recesión parece inevitable y todas las palancas que generalmente se pueden accionar para evitar la caída de la producción económica están fuera de la mesa", valora Hewson.
El nuevo 'premier' afronta días de mucho trabajo. Una labor que tendrá que ser "rápida e inteligente". "Se debe establecer un camino, incluso si es todo cuesta arriba y lleno de baches”, concluye.