España y sus 'fast fashion' visten al mundo: las exportaciones de ropa mueven 21.000 millones de euros

El rendimiento de la moda española en 2017 sitúa al país como el quinto principal exportador de Europa. Además, España registró en 2017 el mayor crecimiento de las exportaciones de su confección textil desde 2013, cuando tuvo lugar un incremento del 9,2%. Aquel año todo cambió: el sector de la moda nacional se volcó en el mercado internacional para compensar el descenso del consumo local.

Desde entonces, las exportaciones de la confección textil española han crecido año tras año, con subidas de entre el 4% y el 9%. Unos datos ligeramente por debajo del conjunto de las exportaciones españolas, que subieron un 8,9% en 2017 hasta los 277.125 millones de euros, representando el sector de la confección textil un 7,5% del total.

España, uno de los máximos exponentes de la ‘fast fashion’, gracias a marcas como Zara, H&M y Mango

La exportación del textil español ha escalado desde los 7.894 millones de euros que movió en 2000, a los cerca de 21.000 millones que ha registrado en 2017, casi el doble. Uno de los aumentos más significativos se produjo precisamente en 2013, en el que se movieron 1.375 millones más que en 2012.

La moda española logró además encoger en 2017 su déficit comercial, que se situó en 2.560 millones de euros respecto a los 3.484 de 2016. Por su parte, más allá de las prendas de ropa, el calzado también mantuvo su pulso exportador y las ventas al extranjero subieron un 2,6% en 2017.

Una de las grandes virtudes que avalan su éxito, a escala nacional e internacional, son las firmas que basan su producción en la ‘fast fashion’, una estrategia para recrear las tendencias presentadas en la ‘Fashion Week’ manufacturando prendas de forma muy rápida y a un bajo coste para que los consumidores promedio tengan acceso a ellas, según indica ‘Esne’, un madrileño centro universitario dedicado al diseño de moda.

Las marcas multinacionales que han popularizado este concepto de trabajo son las españolas Zara y Mango, la sueca H&M, las británicas Asos, Primark y Topshop, además de las estadounidense Forever 21. Y dentro de ellas, Zara, H&M y Mango han sostenido dicha propuesta gracias a la apertura de las denominadas ‘macrotiendas’ (establecimientos de grandes dimensiones, situados en Madrid y Barcelona, las dos ciudades españolas más pobladas y con un mayor tráfico peatonal).

Entre los 10 principales países a los que España exporta su moda destacan Francia (2.920 millones de euros), Italia (2.332 millones) y Portugal (1.841 millones), que ocupan las tres primeras plazas del ránking, según datos publicados por el Icex.

Además, dentro de la clasificación de los principales productos exportados por España en el sector de la confección textil destaca la ‘Confección de otras prendas de vestir exteriores’ (6.315 millones), la ‘Confección de ropa interior’ (3.048 millones) y la ‘fabricación del calzado’ (2.772 millones de euros).

ESTADOS UNIDOS Y CHINA, UNA NUEVA ESPERANZA

La moda española quiere conquistar nuevos horizontes. Por ello, y según ‘El Atlas de la Moda’ elaborado por el Icex, que analiza la huella internacional de las marcas españolas de moda: “Estados Unidos ha aumentado un 83% sus compras de moda española en la última década pasando de importar bienes por valor de 497 millones de euros en 2006 a hacerlo por casi 910 millones en 2016”.

Por su parte, China no se queda atrás y ha quintuplicado su demanda de productos españoles del sector moda desde 2006, hasta los 552 millones de euros registrados en 2016.

Francia, Italia y Portugal, los principales destinos de las exportaciones de la moda española

Otro caso más allá de economías tan consolidadas y potentes como la china y estadounidense es el de las emergentes, como Kuwait. Este país del Golfo Pérsico presume de estar situado en una de las zonas con mayor previsión de crecimiento del mundo (un 2,7% respecto al 2,4% del caso estadounidense y del 1,7% del europeo). Allí, España se ha establecido ya como su tercer máximo proveedor de moda, sólo por detrás de Emiratos Árabes Unidos y China.

Las previsiones para este año auguran un entorno especialmente competitivo para el textil español en el resto del mundo. Según Víctor Fabregat, ex presidente del Centro de Información Textil y de la Confección, en un artículo de ‘Modaes’: “En el campo del ‘retail’ de moda es evidente que las ventas estarán más competidas, no sólo por el comportamiento del consumo, más incierto y volátil, sino también por la mayor oferta comercial que se ha ido acumulando en esta fase de recuperación de la crisis”.