El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha negado este miércoles que la nueva fórmula para revalorizar las pensiones en la que se está trabajando en el diálogo social y que irá ligada a la inflación vaya a suponer un recorte de las pensiones o una rebaja de su cuantía si el IPC es negativo.
Escrivá, en declaraciones a la cadena Cope, ha insistido en que, en cumplimiento de las recomendaciones del Pacto de Toledo, el poder adquisitivo de las pensiones "va a estar garantizado hacia adelante" con la nueva fórmula, que se aprobará "en las próximas semanas si genera el consenso" necesario. "En situaciones excepcionales en que el IPC sea negativo, las pensiones no van a bajar, pero cuando evaluemos el poder adquisitivo en una ventana de varios años, regularicemos para que se preserve el principio de mantenimiento de poder adquisitivo. Esto no es ningún recorte de nada, al contrario", ha afirmado.
La fórmula en la que se trabaja sustituirá al llamado Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP), que condenaba a las pensiones a subir sólo un 0,25% cada año en situaciones de déficit del sistema, con lo que si el IPC subía por encima de esa cantidad, los pensionistas perdían poder adquisitivo. Según ha explicado Escrivá, con el IRP, si la inflación prevista es del 2%, que es el objetivo que suele marcar el Banco Central Europeo (BCE), los pensionistas perderían hasta un 30% de su poder adquisitivo en los próximos años.
Esto es lo que el Pacto de Toledo y el Gobierno quiere corregir, de forma que el principio que debe preservarse es el de mantener el poder de compra de las pensiones. "Y eso quiere decir que, según lo vayamos evaluando en el tiempo, las pensiones siempre deben tener la capacidad para adquirir una cesta de bienes", ha señalado el ministro.
De esta forma, si la inflación esperada es del 2% y las pensiones suben el 2%, el poder adquisitivo queda asegurado. Si el IPC previsto es del 1% pero termina el año en el 0%, las pensiones ganarían un punto de poder adquisitivo. Lo que haría la nueva fórmula en ese último caso, según Escrivá, es que en los años siguientes se regularizaría la subida de la pensión para que siempre mantenga el poder adquisitivo, pero no recortándola.
"Habrá que buscar algún mecanismo para que el principio sea ganar poder adquisitivo pero no un sesgo a la ganancia que no tienen los trabajadores en otros sectores", ha señalado Escrivá, refiriéndose a que los salarios de los trabajadores no siempre ganan el mismo poder adquisitivo que los pensionistas, sino menos. "En algunos países se liga la subida de las pensiones a la subida del salario. Es otro método que hemos decidido no hacer, pero que tiene el mismo principio: que los movimientos nominales de una economía, que normalmente son de subida, se vayan equiparando a las pensiones", ha apuntado.
"LA IDEA DE QUE PASAR DE 25 AÑOS COTIZADOS SUPONE UN RECORTE ES FALSA"
Respecto al periodo de cálculo de las pensiones, el ministro ha recordado que en 2022 se situará en 25 años y que se va a analizar si se amplía más el cómputo y al mismo tiempo se permite elegir los mejores años de cotización y excluir los peores. "Esta idea de que pasar de 25 años supone un recorte de las pensiones es falsa. No lo sabemos, va a depender de cómo ajustemos otros parámetros del sistema. Lo que nos pide el Pacto de Toledo es que el sistema sea más justo, suficiente y sostenible", ha señalado Escrivá, que ha afirmado que lo que tiene que ver con esta medida "se ha sacado de contexto" y ni siquiera se ha empezado a discutir en el diálogo social.
Preguntado por la advertencia de Podemos de que una subida del periodo de cálculo de la pensión sería motivo para una huelga general, el ministro ha respondido que "esas cosas de donde tendrían que venir es de los agentes sociales", con quienes está negociando la reforma de pensiones. "Y yo a los agentes sociales les veo muy discretos y seguramente estarán viendo todo esto con un poco de perplejidad", ha añadido el ministro.
Escrivá ha subrayado que los cambios paramétricos que se han hecho en el sistema en los últimos años, como la subida progresiva de la edad de jubilación a los 67 años, proporcionan "cierta tranquilidad" y un mejor punto de partida para la "presión de gasto" que tendrá el sistema a partir de 2025 y durante 20 años con las jubilaciones de los 'baby boomers', que hará que el gasto en pensiones pase del 12% del PIB al 15%.
El ministro ha insistido en que la edad efectiva de jubilación debe acercarse a la edad legal y para ello pretende suprimir la jubilación obligatoria que contemplan algunos convenios, establecer incentivos "de una sola vez" para quienes quieran alargar la edad de jubilación de manera voluntaria (jubilación demorada) y desincentivar las jubilaciones anticipadas. "Tenemos que cambiar la cultura dentro de las empresas y la sociedad, hay que hacer carreras laborales más largas", ha subrayado el titular de Seguridad Social.