- Las relaciones políticas entre España y EEUU son "estables" y no parece que vayan a cambiar
- Sin embargo, en Europa ya se ha dejado sentir el 'miedo' a su llegada a la Casa Blanca
La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EEUU del pasado 8 de noviembre ha abierto muchas incertidumbres, tanto en el país como fuera de él. Ahora todos se preguntan qué es lo que hará el presidente electo una vez asuma el cargo el próximo 20 de enero, si llevará adelante todas las propuestas que ha ido haciendo durante la campaña o si, por el contrario, actuará con 'prudencia' y dejará a un lado alguna de las medidas más controvertidas que ha anunciado.
La relación que mantienen España y EEUU podría tildarse de estable, y los expertos señalan que se mantendrá sin cambios, al menos en el terreno político
Sobre todo porque de ello van a depender las relaciones de EEUU con el resto de países, entre ellos España. Ahora mismo la relación que mantienen ambas administraciones podría tildarse de estable, y los expertos señalan que se mantendrá sin cambios, al menos en el terreno político. “No creo que con la llegada de Trump cambien las relaciones bilaterales de manera notable, pues los intereses directos, concretos, no son demasiado relevantes como para provocar conflictos significativos que pudieran marcar estos cuatro años”, dice Óscar Santamaría, director de la firma Asesores de Comunicación Pública.
Incluso señala que la incidencia va a ser mucho menor teniendo en cuenta el color del Gobierno español. En su opinión, “el Partido Popular es más proclive que otras fuerzas políticas a entenderse con Estados Unidos”, por lo que cree que Mariano Rajoy y el nuevo presidente estadounidense se llevarán bien. No obstante, también avisa de que todo esto puede cambiar si Trump decide cumplir con lo anunciado y revisar, por ejemplo, las relaciones de EEUU con la Unión Europea o la OTAN. En ese caso, España sí se verá afectada, dice Santamaría.
El experto recuerda que el Tratado de Libre Comercio (TTIP) entre Estados Unidos y la UE está actualmente en 'stand by' y que la negociación podría quedar suspendida si así lo decide el republicano. Precisamente este jueves la canciller alemana Angela Merkel reconoció, en una rueda de prensa conjunta con el presidente saliente de EEUU, Barack Obama, que aprobar el TTIP tras haber sido elegido Trump va a ser muy difícil, dada la oposición que ha mostrado el republicano al mismo. “Sigo muy involucrada con el tratado, hemos hecho grandes progresos en las negociaciones, pero ahora no podemos concluirlo”, dijo la dirigente germana.
Por otro lado, Santamaría apunta que en lo que respecta a la OTAN las consecuencias pueden no ser pequeñas si Trump consigue sacar adelante su propuesta de que cada país se 'pague' su defensa. “EEUU es ahora el principal contribuyente de la organización, a la que aporta mucho en dinero y tropas, y el presidente electo quiere cambiar eso”, recuerda el experto.
¿Y en lo económico? Pues los expertos tampoco creen que vayan a producirse cambios importantes en este sentido, al menos de forma inmediata. Joan Ripoll, director del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad Abat Oliba CEU, explica por qué: “Estrictamente hablando no afectará, no habrá novedad alguna tras la victoria de Trump, porque “el principal socio comercial de España es Europa y los países más próximos geográficamente, como Portugal, Francia, Alemania o Reino Unido”.
“Las importaciones y exportaciones de España a América del Norte (EEUU, Canadá y México) son menos importantes de lo que deberían ser, y el peso más importante corresponde a las relaciones comerciales con Europa”, apunta el experto, que cree difícil que las cosas puedan cambiar tras la toma de posesión de Donald Trump.
LA VICTORIA DE TRUMP SE DEJA NOTAR… EN BRUSELAS
No obstante, señala Ripoll, antes de que el republicano se convierta oficialmente en presidente su victoria ya se ha dejado notar en Bruselas. “La Comisión Europea, sin previo aviso, ha decidido relajar las políticas de austeridad en el conjunto de la UE”, y lo ha hecho, dice el experto, “ante el temor de que el 'populismo', ya sea de derechas o de izquierdas, tenga mayor recorrido en Europa”.
Bruselas ha pedido a los países de la eurozona que el próximo año emprendan un estímulo fiscal adicional de 50.000 millones de euros
La Comisión Europea pidió este miércoles a los países de la eurozona que el próximo año emprendan un estímulo fiscal adicional de unos 50.000 millones de euros, un 0,5% de su PIB, para impulsar el crecimiento y apoyar la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE). El propio comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, reconoció que “es la primera vez que recomendamos una contribución presupuestaria global positiva para la zona euro”.
Para el experto de la Universidad Abat Oliba CEU, está claro que esta decisión es “consecuencia de la victoria de Trump” en las elecciones presidenciales. “El año que viene hay elecciones en Francia, y el temor a que Marine Le Pen pueda ganar se ha incrementado”, indica. Hay que recordar que la francesa fue la primera en felicitar desde Europa al republicano por haber logrado imponerse a Hillary Clinton en las urnas.
“La incertidumbre mueve a la Comisión Europea, que ahora se replantea las políticas de austeridad que ha implantado y que tanto malestar han generado en toda la UE. Temen que ese descontento vaya a más y dé aire a los populistas, y esa es la explicación de que hayan adoptado esta decisión”, afirma Ripoll, que además recuerda que las amenazas que Bruselas ha proferido contra los países que incumpliesen el déficit finalmente no se han materializado. Y como muestra, un botón: España y Portugal se han librado de la congelación de fondos comunitarios pese a incumplir el objetivo de déficit marcado para 2015.
ENTONCES, ¿QUÉ DEBE HACER ESPAÑA?
Lo más prudente, y lo que debe hacer España, es esperar a ver qué hace el presidente electo de EEUU
Aunque sea como sea, lo más prudente es esperar a ver qué hace el presidente electo de EEUU. Así lo defienden ambos expertos. Santamaría explica que España “no debería apresurarse y debería esperar a ver qué acercamiento tiene Trump para no mostrar un nerviosismo que es muestra, en este contexto, de debilidad”. Además, remarca que “el perfil político de Trump es inexistente y está muy escasamente dotado”, pero no hay que olvidar que “está acostumbrado a negociar”, dado que “lo lleva haciendo toda su vida en el mundo de los negocios”.
Y en la misma línea se expresa Ripoll, que cree que lo “más prudente” es no precipitarse y esperar. “Trump aún no ha tomado posesión y está por ver qué hace más allá de sus manifestaciones grandilocuentes de campaña”, afirma. El experto señala que aventurarse a adoptar cualquier decisión “es precipitado”, aunque a la vista de la decisión que ha tomado la Comisión Europea cree que el “nerviosismo” es más patente que nunca.