La actividad del sector servicios de la zona euro continuó recuperándose en junio de sus mínimos históricos registrados en abril, no obstante, el entorno comercial continuó siendo desafiante para estas empresas. Por países, Francia fue el país con el mejor resultado en general, mientras España se acercó a la estabilización.
Así, el índice PMI publicado este viernes y elaborado por la consultora Markit refleja que el aumento fue hasta el nivel 48,3, frente a 30,5 registrado en mayo, su nivel más alto desde febrero pasado. De todas formas, permanece por debajo del nivel de ausencia de cambios de 50.
Los niveles de nuevos pedidos recibidos siguieron una tendencia similar a los de la actividad, ya que la demanda no logró ganar una tracción significativa a pesar de la relajación de las restricciones de confinamiento en toda la región.
El exceso de capacidad también siguió siendo evidente a medida que los niveles de pedidos pendientes continuaron disminuyendo, aunque a un ritmo más lento. Las empresas respondieron recortando sus niveles de personal por cuarto mes consecutivo. Aunque la tasa de contracción disminuyó desde mayo, se mantuvo históricamente fuerte.
No obstante, con la reapertura de establecimientos, parte del personal que habían adoptado Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), volvieron a sus empresas. Sin embargo, dicha vuelta al trabajo hizo que los gastos operativos generales aumentaran por primera vez desde febrero pasado. En consecuencia, los márgenes de beneficios estuvieron bajo presión ya que las empresas optaron por reducir sus tarifas en respuesta al desafiante entorno empresarial y como parte de los esfuerzos para impulsar las ventas.
Por último, mirando hacia los próximos doce meses, las empresas del sector servicios registraron su mayor grado de confianza desde febrero pasado, y el sentimiento también regresó a territorio positivo en junio.
ACTIVIDAD TOTAL
Por otro lado, el Índice PMI Compuesto de Actividad Total de la zona euro se recuperó por segundo mes consecutivo, y lo hizo a un ritmo considerable en junio. Al aumentar hasta el nivel 48,5, un alza de casi 17 puntos, frente a 31,9 registrado en mayo, el índice señaló su mejor lectura en cuatro meses y también se situó por encima de su lectura flash precedente de 47,5.
No obstante, a pesar de la fuerte mejora observada desde mayo, el índice reveló condiciones económicas desafiantes en toda la región. A juzgar por los últimos datos, tanto la producción manufacturera como la actividad del sector servicios continuaron cayendo, ya que la pandemia volvió a afectar la actividad económica en general.
Los datos de junio a nivel nacional mostraron que todos los países estudiados registraron sus mejores lecturas del Índice PMI Compuesto desde febrero pasado. Cabe destacar que Francia señaló una expansión y fue el país con el mejor resultado en general. Por su parte, España se acercó a la estabilización, pero la actividad total continuó cayendo a ritmos sólidos en Italia y Alemania. Irlanda registró el peor resultado.
De acuerdo con la tendencia observada para la actividad total, los niveles de nuevos pedidos recibidos continuaron disminuyendo en junio, pero a un ritmo mucho más lento. Los encuestados comentaron que la demanda subyacente se mantuvo débil, tanto a nivel nacional como en el extranjero. Los últimos datos revelaron que los niveles de nuevos pedidos para exportación continuaron disminuyendo a un ritmo fuerte en junio.
Las empresas del sector privado continuaron reduciendo los niveles de personal en junio, extendiendo el período actual de contracción a cuatro meses. A pesar de haber disminuido aún más desde el récord registrado en abril, la tasa de contracción se mantuvo históricamente fuerte. Los últimos datos mostraron pérdidas de empleo en todos los países para los que se dispone de datos compuestos. Los recortes de plantillas más intensos se observaron en Alemania, seguida de Italia y, a continuación, Irlanda.
La confianza entre las empresas del sector privado retornó a territorio positivo en junio y alcanzó su nivel más alto en cuatro meses. Se espera que la reducción continua de las restricciones de confinamiento allane el camino para un mayor crecimiento de la demanda y de las ventas durante los próximos doce meses.
En Markit señalan que "el índice PMI de la zona euro aumentó unos 17 puntos en junio, un incremento solo superado en los 22 años de la historia del estudio por el aumento de 18 puntos observado en mayo. El repunte muestra un cambio notablemente rápido en la difícil situación de la economía de la zona euro debido a la pandemia por la COVID-19. Tras haber caído a un mínimo sin precedentes en abril a causa del cierre de negocios generalizado para combatir el brote de virus, el índice PMI ha aumentado a un nivel indicativo de una contracción del PIB a una tasa trimestral de solo un 0.2%, lo que sugiere fuertes incrementos mensuales del PIB tanto en mayo como en junio".
Mientras tanto, destacan una mejora en el sentimiento empresarial aumenta las esperanzas de que el crecimiento del PIB se reanude en el tercer trimestre. No obstante, a pesar del vigor del regreso al trabajo tras el cierre de negocios por la COVID-19, seguimos siendo cautelosos en cuanto a la fortaleza de cualquier recuperación a más largo plazo después del repunte inmediato. Las empresas continuaron informando de una débil demanda subyacente en junio".
Añaden que "muchas empresas permanecieron reacias al riesgo, siendo reticentes a comprometerse a gastar y contratar personal debido a la persistente incertidumbre en cuanto a las perspectivas económicas, y en particular a la debilidad sostenida de la demanda de muchos bienes y servicios generada por la necesidad de mantener muchas medidas de distanciamiento social. Si bien la confianza en el futuro ha mejorado, se mantiene muy por debajo de los niveles observados a principios de año, lo que refleja cuántas empresas están lejos de volver a la normalidad".